Peru

Conoce a Peru, la banda británica que nació por un gol de Cubillas

En el Mundial de Argentina ’78, Teófilo Cubillas marcó uno de los mejores goles de tiro libre de todos los tiempos. Los peruanos celebraron el tremendo remate; los escoceses –nuestros rivales de turno– lo sufrieron. Así fue como nuestro país se inmortalizaba en la historia del deporte rey, pero también en el recuerdo de un joven músico nacido en la lejana Glasgow, capital de Escocia, quien veía cómo su selección caía ante la nuestra. Catorce años después, en 1992 –y con el golazo del “Nene” aún en la mente–, él decidió bautizar a su banda de indie pop con un peculiar nombre: Peru. Pero claro, sin la castellana tilde.

Escocia era una de las favoritas para llevarse el Mundial de fútbol de 1978. Un año antes, había llegado Ally MacLeod al equipo, el entrenador que prometió regresar con una medalla de Sudamérica luego de una notable etapa clasificatoria. Los escoceses ya se sentían campeones del mundo (hasta una canción teníancomo nosotros aquí en Peru) y por ello, cientos de ciudadanos no dudaron en acompañar a sus futbolistas hasta el aeropuerto para despedirlos. Argentina los esperaba.

Así llegó el primer partido de los europeos. El rival de turno: Perú, un país casi desconocido para ellos. Era un 3 de junio y el reloj marcaba las 8:45 de la noche en Glasgow. Brian Price –con tan solo 6 años de edad– se sentó junto a su padre y su hermano mayor frente a su televisor en blanco y negro, contagiados por el entusiasmo generado en la previa por MacLeod. A los 14 minutos de juego, ya gritaban el primer gol de su selección.

Pero la alegría en casa duró poco porque Perú empataría antes del descanso. El segundo tiempo sería enteramente para los nuestros. A los 72 minutos, un moreno mediocampista peruano remató al arco escocés para poner la ventaja. Dos a 1 y la familia Price se estaban quedando sin uñas. Continuó el juego, hasta que el árbitro sancionó una falta a favor de nuestra selección en el borde del área. Tiro libre. El mismo mediocampista se paró frente al balón. «Cubillas», llegaron a escuchar decir al locutor televisivo. Con un remate de antología, el peruano sentenció el partido. Brian no podía salir de su asombro: Perú 3 – Escocia 1.


A inicios de 1992, Brian Price tenía 20 años y solo quería hacer música. Junto a dos de sus mejores amigos, Chris Smith y John Coolin, se pasaba los fines de semana escuchando su colección de cassettes C86 –una serie de compilatorios lanzada por la revista musical NME–, bebiendo cerveza y concurriendo frecuentemente el bar Rock City, ubicado en Nottingham, donde residía entonces.

«Así que un buen día les dije: ‘hay que formar una banda'», recuerda Price.

Brian se encargaría de cantar y tocar la guitarra, John se sentaría en la batería, y Chris aprendería a tocar el bajo. Antes de este nuevo proyecto, Brian y John eran el baterista y bajista –respectivamente– de un grupo influenciado por el noise rock y grunge de la época llamado The Millers. Pero ahora estaban dispuestos a tocar instrumentos diferentes.

Empezaron a componer sus primeras canciones y, posteriormente, a ensayarlas. Con una grabadora portátil de cuatro pistas decidieron armar las primeras maquetas. Todo estaba encaminado. Solo faltaba el nombre de la banda. Brian seguía siendo tan fanático del fútbol como en su infancia; sobre todo del estilo con el que jugaba aquel país que –catorce años atrás– lo había encandilado por televisión en su casa de Glasgow.


Tenías la banda completa, las canciones y hasta algunos demos grabados. ¿Cómo es que elegir un nombre para el grupo te resultó tan difícil?
Brian Price: Nuestra premisa era la siguiente: escoger un nombre con el que no nos cataloguen como una banda oscura o misteriosa o algo por el estilo. Originalmente, nos íbamos a llamar “Cubillas”, a secas, pero pensamos que eso iba a ser demasiado confuso para el público británico. Porque… ¿cómo podrían conocer el fútbol peruano de finales de los años setenta y sobre todo a este tremendo rematador de tiros libres? Ni hablar.

Eras muy pequeño en ese entonces. ¿Tanto te impactó la figura de nuestro ex seleccionado Teófilo Cubillas?
Podría haber tenido solo 6 años de edad, eso no importaba. Cuando lo vi anotándole esos golazos a mi selección, quedé capturado por su impresionante técnica. Casi casi celebré sus goles, a pesar de que soy escocés. Claro que mi hermano y mi padre me hubieran matado (risas). Los peruanos tenían una impronta futbolística magnífica: desde el estilo de juego hasta esa hermosa camiseta blanca con franja roja.

Y así decidiste usar el nombre “Perú” para tu banda…
Sí, cumplía el requisito del fácil reconocimiento al ser el nombre de un país. Al principio todos pensaban que tenía que ver con el cuento infantil del oso Paddington (N. de R.: este cuento célebre y relata la historia de un pequeño oso que llega al Reino Unido proveniente de Perú). Así que igual tuvimos que estar explicando la verdadera razón: es un homenaje a la genial selección peruana que participó en el Mundial de 1978 y a ese especialista en tiros libres que tenían, Teófilo Cubillas.


El indie pop era lo suyo. Durante los siguientes años, Peru explotaría ese género musical para grabar un sinnúmero de tracks que se lanzaron de manera independiente en Inglaterra. En 1996, el hasta entonces trío se convirtió en el proyecto unipersonal de Brian. Desde esa fecha, y con la ayuda de algunos amigos, ha tocado esporádicamente las canciones que grabó en los años noventa.

Precisamente, en enero de 2010, el sello estadounidense Jigsaw Records lanzó el álbum recopilatorio Across Blue Skies, que contiene 16 canciones de la primera etapa de Peru (entre 1992 y 1996) y que nunca antes habían sido editadas juntas. La portada del disco –como no podía ser de otra manera– es una fotografía de Teófilo Cubillas entonando el himno nacional con la camiseta de la selección peruana.

Además de esa portada, volviste a homenajear al “Nene” escribiéndole una canción…
Sí. Como no pudimos bautizar a la banda con su apellido, entonces compuse una canción instrumental titulada “Cubillas“. Yo la tenía lista desde hace tiempo. Solo sentí que debía llevar su nombre por alguna extraña razón. Y así fue. Está grabada como demo y aún no ha aparecido en ninguna producción oficial de la banda.

Brian tiene dos sueños por cumplir. El primero es poder venir al Perú para tocar con su banda. A falta de un sello discográfico que lo respalde, el tema económico impide que esto se realice en el corto plazo. El segundo es conocer en persona a Teófilo Cubillas.

¿Y qué le dirías si lo tuvieras frente a ti?
¡Wow! Creo que estaría muy nervioso. Además de llenarlo de elogios por todo lo que ha significado en mi vida… ¡le reclamaría por haberme roto el corazón con sus goles en 1978!


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