Tantas veces La Lá, pero siempre Giovanna Núñez. Si hay algo que caracteriza el cancionero de esta artista peruana, es que –de uno u otro modo– terminamos escuchando a la persona de carne y hueso a pesar del seudónimo. A la madre, mujer, hija y hermana. Distanciándose del postureo artístico y de las máscaras que exigen estos tiempos de redes sociales, ella ha priorizado el expresar sus ideas y sensaciones más íntimas con voz, ritmo y guitarra. Y su nuevo álbum de estudio, Debut (2023, Autoeditado), no ha sido excepción de su propia regla.
En su cuarto trabajo discográfico, que se suma a Rosa (2014), Zamba Puta (2017) y Mito (2021), Giovanna recurre al concepto central de sus lanzamientos anteriores: el empoderamiento femenino. No obstante, ahora lo aborda desde una perspectiva más personal; al mismo tiempo que pone en discusión otras nociones (por ejemplo, igualdad de género y responsabilidad afectiva). Todo con un humor ácido y una agudeza palpable desde el mismísimo título –Debut–, el cual se refiere poder comenzar de nuevo. Al hecho de partir de cero para entender(nos) mejor. A esa posibilidad de un ‘reseteo’ emocional.
Pese a esa profundidad de conceptos y reflexiones, el álbum es una verdadera fiesta. Un reencuentro de colegas y amigos, quienes aportan una tremenda diversidad musical a las siete composiciones. Partiendo del sencillo «Sí», que crea el entorno perfecto para la introspección con un ritmo jazzy, guitarras leves y una pertinente voz del mexicano Jósean Log. Una introducción que contrasta con el ‘merengue’ de «La reina del delay», donde La Lá y Lorena Blume nos retratan con gracia el desengaño. («De sentirte como Nemo al lado de esta sirena / De viaje con otra, y no lo sabías»).
El dúo Alejandro y María Laura colabora en dos temas clave. El primero es «Kung Fushion», en el que Maria Laura brinda las armonías a un canto sobre los silencios en una relación. Aquí también participa el ensamble integrado por Fil Uno (violonchelo), Junior Pacora (saxo y flauta), Teté Leguía (bajo), Felipe Wurst (guitarra) y Luca Susti (batería). Por su parte, Alejandro complementa a Giovanna en «Quiero ser un ONVRE». Esta bachata ligerísima musicaliza una crítica sesuda a los condescendientes. («Yo quiero ser un hombre bueno / Y que nadie diga lo contrario / Que mi reputación es todo»).
En «Mimi Rada» (un juego de palabras para «mi mirada»), La Lá vuelve a sus raíces folk al lado de Berenice. Entre una guitarra constante y el arreglo de cuerdas, ambas nos cantan algunas de las frases más intensas del álbum. «Acaricia tus ojos la luz / Ay, cómo quiero llamarte / La oscuridad es un poco como tú / Pienso que vas a buscarme». Aunque pronto Giovanna convierte esa falsa esperanza en una balada perfecta: «El corazón no engaña a su dueño (ECNEASD)». Con su hermano Alonso Núñez (aka Iluso) como segundo vocalista y una instrumentación impecable, este track de evocación ‘nuevaolera’ revela a Giovanna como una gran arreglista.
El colofón llega con «Suave amor», que enumera los deseos y aspiraciones de La Lá dentro de una relación saludable. Así cierra su disco más breve hasta el momento (solo dura 22 minutos), pero que le ha bastado para narrarnos este nuevo comienzo en su vida. Ese ‘reseteo’, que según ha confesado, era necesario para liberarse y sanar. Para tener un segundo debut. ■
Tracks destacados:
“Sí”, “Kung Fushion”, “Quiero ser un onvre”, “El corazón no engaña a su dueño”
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