Es cierto, la música cura. En un año marcado por la tragedia, el dolor y la incertidumbre, hubo sonidos que nos consolaron, nos protegieron y –por qué no– nos salvaron. Aunque parece que estamos lejos de volver a la vida como la conocíamos, hay una normalidad que permaneció invariable: ese refugio que solo nos pueden proporcionar nuestros discos favoritos. Así, pudimos bailar con el trap desde el encierro; recordar con el folk a los que se fueron; entender con el hip hop a los que nos rodean; y abrazar con el pop, el indie y el rock a los que siguen al lado, o a la distancia. Estos son los veinte álbumes peruanos que nos ayudaron a sobrellevar un inimaginable 2020.
20
Plug Plug – Humanicomio Terráqueo
(Independiente)
Hay algo en el sonido de Plug Plug que sigue sonando fresco; incluso ahora, en su retorno después de seis años de silencio discográfico. En Humanicomio Terráqueo, su quinta producción, el trío limeño mantiene ese característico sonido que circula entre el post-hardcore y math rock –e incluye las habituales intervenciones vocales de Garzo–, pero con elementos añadidos del punk y el shoegaze. Son once canciones cortas y contundentes, entre las que destacan los sencillos «Sentido», «En vano» y el tema «Para siempre», dedicado a la recordada Chalena Vásquez, madre del bajista. Recomendado.
19
Ale Hop – The Life of Insects
(Buh Records)
Qué lejanos son aquellos tiempos en los que Ale Hop recurría al pop más bubblegum junto a su antigua banda, Las Amigas de Nadie, y solo en ocasiones nos dejaba escuchar su curiosidad por la electrónica y el avant-garde (por ejemplo en el disco Human Dress del 2014). Tras emprender su carrera como solista, la peruana –radicada en Berlín (Alemania)– se dejó ser. Así nacieron Pangea (2015), Bodiless (2018), Apophenia (2019) y The Life of Insects, el cuarto ingreso a una generosa discografía establecida en la vanguardia, el ambient y el psych. Un elepé que nos revela innumerables paisajes digitales, de principio a fin.
18
Rapper School – The End
(Independiente)
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Difícilmente los Rapper School se habrían imaginado en 1999 –cuando se reunían en el parque Kennedy de Miraflores para gestar sus primeros versos– que veinte años después tendrían miles de seguidores, varias producciones editadas, y un estatus de culto en la escena del hip hop peruano. Lo que no ha cambiado para el trío es ese pensamiento crítico, ese cuestionamiento tan constante como sus beats punzantes, que siguen de manifiesto en The End; título que esperamos no sea premonitorio. Porque en un contexto como el que vivimos, los Rapper siguen siendo necesarios con sus letras y beats.
17
Manongo Mujica / Terje Evensen – Paracas Ritual
(Buh Records)
Paracas suena y es mística. Esa es la premisa que establecen Manongo Mujica y el baterista noruego Terje Evensen en su proyecto Paracas Ritual. En este disco de cuatro tracks, cada uno de 19 minutos, ambos ponen en perspectiva musical los diferentes escenarios de esta localidad iqueña, como resultado de una larga investigación de sus sonidos. Convierten la acústica del lugar en una impresión en nuestra mente; y desde el jazz, la improvisación y el ambient, descubrimos su paisaje sonoro. Ideal para reconectarnos con la naturaleza y con nosotros mismos.
16
Pedro Mo – Urku Runa
(Resistencia REC)
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«Perú llegó al Mundial, pero los niños están más flacos», rapea Pedro Mo en el track «Juraba que era jarcor». Sin anestesia y con su acostumbrada honestidad brutal. Lo que nos muestra en el arranque de su nuevo disco Urku Runa, se sostiene a lo largo de sus siete canciones: una mirada analítica sobre el sistema, la injusticia y la desigualdad social. Es hip hop para el pueblo desde el propio pueblo; una convocatoria a la reflexión. Colaboran Retal en las instrumentales, Viruz T en los beats, Edi Cuases en las voces melódicas, y Trenzaman en el beatbox.
15
Blue Tiger – Artifice
(OK Pal Records)
Mario Cruzado es un músico nacido en Perú que vive en Edimburgo (Escocia), y que encontró en el indie lo-fi el entorno más adecuado para desarrollar sus ideas. Bajo el alias de Blue Tiger (antes era el frontman de la banda Plastic Animals, con la que se hizo un nombre en la escena escocesa), plasmó sus composiciones en un EP titulado Artifice, que grabó y produjo en solitario; donde la melancolía suena a guitarras reverberizadas, secciones rítmicas concretas y ruidos aleatorios. Un trabajo por el cual ha sido reseñado en importantes medios como The Skinny. Intimidad en cinco tracks, para qué más.
14
Los Hijos del Culto – Hijos del Culto
(Independiente)
Era inevitable que Los Hijos del Culto nos sorprendieran con un larga duración. Mejor dicho, era necesario; sobre todo después de su impecable EP debut Víctimas de la Ciencia Ficción (2014) y el split que editaron junto a Los Cunches en el 2015. En su primer elepé, Hijos del Culto, nos tiran en la cara un total de veinte canciones de puro –purísimo– horror punk (con sus guiños al surf rock, garage, grindcore y stoner). La banda limeña –conformada por Tomás Orrego, Asiel Núñez y Gabriel Crovetto– demostró nuevamente su versatilidad.
13
Kanaku y El Tigre – ¿Si le doy zoom puedo ver África?
(Independiente)
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Veamos: ¿Si le doy zoom puedo ver África? es una declaración de intenciones diversas, algunas mejor logradas que otras. Porque si bien en su debut Caracoles (2011) y en Quema Quema Quema (considerado por este espacio como el mejor disco peruano del 2015) los Kanaku y El Tigre aún se aferraban al indie folk y el pop, aquí transitan con mayor firmeza en terrenos de la fusión y del electro (lo que se evidencia en sus temas más destacados, como «Eso lo quiero sentir» o el single «El año del conejo»). En este tercer LP parecen bregar por un sonido distinto; por alejarse de su zona de confort. Y eso se aplaude.
12
Surco Viejo – Sueños de Ondas Lentas
(A Tutiplén)
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Surco Viejo no es otro que la incursión solista de Kevin Muguerza, vocalista de Almirante Ackbar. Y Sueños de Ondas Lentas es la fina selección basada en una explosión creativa de 58 canciones que datan del 2015 (y aún se pueden encontrar en Bandcamp); de las cuales, solo 18 fueron escogidas y puestas a punto para la ocasión. El músico ha explicado que este trabajo de largo aliento se inspiró en «muy marcadas influencias», como el muro de sonido de Phil Spector y la «psicodelia minimalista» de The Velvet Underground. Altos conceptos que se notan.
11
Inkas Mob – TOTZY
(Independiente)
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Trap One Team Zoo You es el juego de palabras que se sintetiza en TOTZY, un acrónimo que remite al Tahuantinsuyo y da nombre al nuevo disco de Inkas Mob. Este colectivo –formado por Ginola, Flavor, Jhony Welker y Nero Lvigi– conceptualiza así su cuarta producción en seis años de existencia, en los que han intentado reivindicar el trap (género del que se autodenominan pioneros en la escena peruana). Para concretar el álbum, convocaron a más de 20 artistas, entre los que destacan Strong Black, Young Eiby, Sloowtrack. Después de escucharlos queda claro que la unión hace la fuerza.
10
Andrea Martínez – Drama
(Independiente)
Esta vez, apartándose del formato single y EP que utilizó recurrentemente en los últimos años, Andrea Martínez nos trae su primer álbum de estudio: Drama. Este LP consta de nueve canciones divididas en dos actos, como si tratara de una obra de microteatro. Con el apoyo de su hermano Arturo, la cantautora exploró el significado detrás del término «drama» (léase «hacer» o «actuar», según la etimología griega) para preparar el disco desde enero de este año. Así, el álbum logra un interesante compendio de ritmos que permiten que su voz se luzca con versatilidad.
9
Tomás Tello – Cimora
(Discrepant)
La cimora es un brebaje psicoactivo preparado con fines shamánicos. Eso es, precisamente, la más reciente producción del multiintrumentista peruano Tomás Tello, quien ahora radica en Tavira (Portugal). Desde la experimentación, el productor recorre la música tradicional andina, e incorpora el resultado de su propia búsqueda de las sonoridades naturales. Así confluyen quenas, charangos, sintetizadores, percusión y cantos de aves en diez tracks. En Cimora, pues, el tiempo se detiene y nos permite contemplar el sonido de lo orgánico, de lo vital.
8
Susana Baca – A Capella: Grabado en casa durante la cuarentena
(Editora Pregon / Play Music Perú)
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Acoger su voz como el único instrumento dentro del álbum, es ya una innovación y marca la diferencia en cuanto a las propuestas de artistas peruanos durante la pandemia. Desde su hogar en Cañete, Susana Baca inició la grabación de A Capella en mayo de este año, lo que convirtió a esta producción en un producto íntimo, que estruja y abraza el alma. Sin necesidad de pomposos arreglos, este trabajo la hizo merecedora de un Latin Grammy al Mejor Álbum Folclórico. Incluye composiciones de Fito Páez, Augusto Polo Campos, Violeta Parra, así como versos de García Lorca y Vallejo. En ellos comprobamos que el silencio también puede ser la mejor compañía.
7
Alunaki – Telescopio
(Independiente)
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Lo de Raúl Begazo es superlativo hace tiempo. Desde su refugio en Arequipa, ha sido el artífice de proyectos como Fobya, Orquídea y ahora Alunaki; siempre seducido por la instrumentalización del shoegaze, dream pop, post-rock y –en cierta medida– del trip hop. Aunque es bastante dinámico en su sección guitarras, sostiene en sus once canciones un aura apesadumbrada que le da el equilibrio justo (mucho tendría que ver en esto la repentina partida de Abdel de la Cruz, socio musical de Begazo en varios grupos). Telescopio es The Jesus and Mary Chain saludándonos desde el Misti.
6
Blackthony Startano – Guía Flamante
(Independiente)
Son los hijos no reconocidos de Él Mató a un Policía Motorizado y Los Campesinos!. Aunque los integrantes de Blackthony Startano prefieren autodenominarse “las nuevas estrellas del tweecore suicida”. ¿Y qué es el tweecore? Pues un término que creyeron conveniente utilizar para identificar su sonido, que incluye las melodías simples y pegajosas del twee pop, pero interpretadas en tempos bastante rápidos (como en el hardcore). Una propuesta que han plasmado con creces en Guía Flamante, su muy correcto debut en larga duración.
5
Fabricio Robles – Puentes
(Independiente)
Estaba destinado a suceder, y sucedió. Dos de las voces más prometedoras de la escena peruana del indie, Fabricio Robles y Karina Alexandra (cantante de Santa Madero), se unieron para grabar un sentido tema sobre el amor en indispensable clave de bolero: el sencillo titulado «Blanco». Este fue el primer adelanto del nuevo EP del cantautor peruano, Puentes; producido por él mismo entre Lima y Buenos Aires, ciudad donde radica actualmente. En el resto de temas, que incluyen colaboraciones de Elisa Tokeshi y Naiah, continúa demostrando ese innegable talento para hilvanar melodías desde lo instrumental.
4
Fútbol en la Escuela – Bomba Mágica Meravigliotta
(Independiente)
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Desde la independencia que le otorga la autogestión, Fútbol en la Escuela ha hecho lo que ha querido, musicalmente hablando. Y lo ha hecho bien. Su disco debut, Cancionero para víctimas de siniestros (2015), nos mostró a una banda con gran oficio para la elaboración de melodías desde el indie rock, el noise y el pop guitarrero. Cinco años después, la agrupación surgida en Los Olivos vuelve a deconstruir el pop con inteligencia en su LP Bomba Mágica Meravigliotta, y nos regala pura sofisticación en forma de diez canciones.
3
Dafne Castañeda – Posguerra
(Catenaria Discos)
Posguerra, el primer EP de Dafne Castañeda, no es producto de la casualidad. Fue gestado de la mano del productor Daniel Quiñones y Mynezza Morales. Pero también parte de sus experiencias personales: desde sus recientes colaboraciones con músicos locales hasta su paso por la Selva central. Con elementos del trip hop, el hyper pop, el art pop e inclusive del folk de inicios de los años 2000, Dafne nos canta en siete composiciones sobre fracasos amorosos, conflictos internos y la realidad que la rodea. Así, ella sale de esta guerra personal convertida en disco “baleada, dañada, pero viva”, según sus propias palabras.
2
Sebastián Gereda – Tardes
(Independiente)
La transición musical que Sebastián Gereda ha experimentado con mayor evidencia en los últimos años se materializa en Tardes, un álbum compuesto por diez temas que oscilan entre el indie pop, el R&B y el synthwave. Con este trabajo, el músico limeño se sacude de toda asociación con el rock, para abrazar por fin –y con evidente soltura– sonoridades y recursos más actuales, tanto estilísticos como tecnológicos. Algo propio de los músicos DIY de su tiempo (Gereda fue el compositor, productor, ingeniero de sonido y hasta ilustrador de su propio LP). No es prematuro decir que esta es una obra clave del pop contemporáneo en el Perú.
1
La Zorra Zapata – La Zorra Zapata
(Monclova Records)
La vida puede ser un loop constante; un círculo vicioso o virtuoso, según cómo se vea. Un conjunto de arcos narrativos que se llegan a unir, en el caso de Nuria Zapata (aka La Zorra Zapata), gracias a los sonidos. Jadeos, guitarras, palmas, tarola, respiración; todo eso confluye en los patrones rítmicos y melódicos que dan forma a su disco debut homónimo. Ocho cortes que en algunas ocasiones se aproximan al folk alternativo, y en otras al indie pop más íntimo, personal y reflexivo. Sin pretensiones ni una producción fastuosa, el elepé nos proporciona el tiempo y espacio suficiente para pensar en lo más valioso que nos dejó un año tan difícil como este: la vida.