Bailar o morir, he ahí el dilema. Y he ahí dos de las cualidades que, probablemente, también definan parte de nuestra humanidad. Esa dicotomía es el tópico principal de Baila o Muere (2022), el nuevo disco de Vilchez Huamán; que –con frases cortas, repetitivas y punzantes– se propone como una crítica abierta hacia nosotros, a nuestro rol en sociedad. Un trabajo concebido desde el pop, pero ejecutado con actitud punk.
Ningún track está fuera de lugar en este álbum, por lo que la elección de canciones nos sumerge en su mensaje potente. Podríamos dividirlas en dos grupos: en el primero, están aquellas que representan un llamado de atención ante nuestra deshumanización, como “Sin tocar”, “Redes” («Mi corazón no se identifica con la cara de ningún emoticon», dice un verso); y “Jamás”. Son odas a la posmodernidad, a los amores de Instagram o Whatsapp; donde la interacción personal se refleja en las formas de conversar o en las imágenes que alimentan nuestra metanarrativa.
El segundo grupo lo conforman canciones como “El contrato” (con un featuring de Pablo Molina); “Baila o muere”; “Caballos”; “Niño héroe”; “2070” y “El puta (Se acabó)”. Estas presentan una descripción afilada de la realidad social y actual en sus letras. Por ejemplo, «Si al asesino serial le cuelga la credencial de organización mundial» («Baila o muere»). O «No tengo muy claro quién es el enemigo pero lo siento en todos lados» («Niño héroe»). Hay enojo, hay hastío; todo ello con sintetizadores, arpegios electrónicos, ritmos frenéticos y, en algunas ocasiones, guitarras contundentes.
Baila o Muere nos cuestiona constantemente a partir de su dicotomía inicial: si vamos a bailar con el colectivo, o morir en la individualidad de esta era posmoderna. De este modo, Vilchez Huamán nos encara ante este mundo aún pandémico, incierto. Donde el placer y el disfrute son un privilegio… y vivir también lo puede llegar a ser. Un interesante manifiesto del artista peruano, con el pop (¿o post-pop?) como estandarte y con el punk y el groove como estilo de vida. ■
Sello: Independiente
Producción: Henry Ueunten
Grabación y mezcla: Bryan Pezo en los estudios Shamantica, Furia I&I y Nave Punkuri (Lima, Perú)
Masterización: Francisco Hollzman
Carátula: Herbert Rodríguez
Fotografía: Evelyn Merino Reyna