La capacidad de procesamiento de la tecnología actual se duplica cada año y medio. Esta es apenas una muestra de “lo rápido que avanza la tecnología” y cómo es que quedan obsoletos cada vez más rápido smartphones, televisores, laptops. Y a mayor obsolescencia, los aparatos adquieren otros valores, que superan lo funcional. Botaríamos a la basura, sin dudarlo dos veces, un viejo celular con pantalla táctil de 1GB RAM incapaz de correr una versión decente de Android. Pero una máquina de escribir, un teléfono de pared o una radio a transistores son objetos de los que pocos se desprenderían sin mayor reparo. Ganaron valor en su condición analógica, en su complexión mecánica, en su preciosa inutilidad, en su inevitable caducidad.
Acaso lo mismo ocurre con la plantilla sonora que nos propone Alias La Gringa, cuyo primer álbum Lolas Al Aire (2022) discurre entre el garage rock y punk que se hacía por estas tierras hace unos 40 años. Un artefacto sonoro sacado de otro tiempo; donde la violencia terrorista y la decadencia de una sociedad empujada a golpes hacia la democracia dejaba una generación de jóvenes desubicados, inconformes, subrepresentados y escépticos para con la promesa de ciudadanía que pobremente ofrecía aquel país.
Los tópicos de Alias La Gringa, claro, no son los mismos de sus antepasados subtes. Este cuarteto femenino canta desde Arequipa sobre fantasías homicidas, ansias de autodestrucción recreativa, violencia gratuita y alguna que otra disquisición más doméstica, mundana; aunque no por ello menos divertida que las de sus pares ochenteros.
La banda arequipeña Alias La Gringa reúne una serie de afilados cortes punk en el incontestable Lolas Al Aire, su reciente y breve placa
Bajo la marca del sonido de los MC5, Hole o Babes in Toyland, la agrupación arequipeña rescata con un sonido agrio e instrumentación mínima las banderas del descontrol y la angustia. Esta se despliega en guitarreos cortantes, percusiones primitivas, voces destempladas que rehúyen lo armónico y canciones por debajo de los tres minutos como norma, salvo alguna excepción.
Lolas Al Aire reúne tracks de un EP de 2015 más alguna yapa para darle nueva marcha a una banda que viene rodando dignamente hace cerca de una década en la Ciudad Blanca, sobre la impronta irrenunciable del sonido poco pulido, frontal y chillón del rockabilly. Esta breve placa (raspa los 20 minutos de duración) suena a recordatorio de que la pesadilla de una sociedad negada, cuarenta años después, ya no luce los mismos colores ni formas; ni tiene los mismos monstruos. Pero aún suena a guitarrazos electrizantes, aún conserva ese olor metálico, a noche y trago. Como un artefacto de otro tipo, resignificado. ■
Sello: A Tutiplén Records
Producción: Alias La Gringa
Grabación: Renato Rodríguez Durand en Sucio Records (Arequipa, Perú); a excepción de “El Muerto”, grabada y mezclada por Eddie Plenge en Dragón Verde Studios (Lima, Perú)
Masterización: Will Killingsworth en Dead Air Studios (Massachusetts EE.UU.)
Arte y diseño gráfico: Romanet Silva Torres y Pierina Maragliano