El peruano –junto a Niños Sin Smartphones– no solo se inspira en la Fiesta de Santiago, sino que convierte algunos de sus elementos al rock
En el 2019, Vali Cáceres quedó fascinado con la música de la Fiesta de Santiago, que conoció durante su visita a Huancayo como parte de una gira con Gianmarco, de quien es guitarrista. Entonces se rodeó de maestros –como Pío Altamirano y el violinista Andrés “Chimango” Lares– que le enseñaron la historia de esta celebración y sus cuestiones técnicas. Su objetivo era “tener en claro qué elementos tradicionales habría de mantener y cuáles podía romper” para innovar.
El resultado de esta investigación y exploración sonora es “Pajarillo”, un tema que compuso, grabó en vivo y produjo junto a Daniel Ruiz-Gonzalez y Dennis García, de Niños Sin Smartphones. “El rock y el Santiago tienen una esencia común: los dos están hechos para tocarse en vivo. El rock, además, se solía grabar en vivo, y es lo que le daba el nervio y el carácter. Entonces decidimos grabarlo así, en vivo, y la cosa cogió intensidad”, explicó el músico peruano.
En “Pajarillo”, Vali Cáceres emuló con su guitarra la melodía característica del Santiago –que normalmente es tocada por el saxo– y exploró otros registros y formas de tocar, aunque respetó la velocidad y fórmula rítmica de este estilo. Es un tema en el que su habilidad como guitarrista está al servicio de su talento compositivo, y no al revés. Hay shred, sí, pero no como en sus trabajos anteriores, de los que –se nota– ha querido marcar distancia.
En este corte, en definitiva, el shred o virtuosismo no es lo central, sino un elemento más de la atmósfera de tintes épicos que ha logrado construir; apoyado tanto en texturas generadas por diferentes efectos de guitarra como en la insistencia del bombo, que imita el sonido de la tinya característica de los ritmos del Santiago.
Vali Cáceres ha creado una pieza original y difícil de clasificar. De alguna manera, le da sentido a la manoseada palabra “fusión”
El single hereda el carácter celebratorio del Santiago. Lo acompaña un videoclip dirigido por Dennis García, cuya propuesta visual refuerza justamente ese feeling de celebración, y plasma la sensación de reinvención. La canción, que ha sido mezclada por el ganador del Grammy Justin Moshkevich, marca el punto de inicio en la evolución musical del guitarrista peruano, que se verá consolidada en un elepé que lanzará a fines de este año.