Oscar DLC: «El indie que hago no suena tanto al Centro de Lima. Mi música no es tan oscura»

Oscar DLC posando en el estudio fotográfico
Didi Luk

Oscar DLC hace música desde los 15 años. A esa edad, ya le gustaba cantar y tocar la guitarra. Sin embargo, hoy la música no es un pasatiempo, sino el centro de una carrera profesional con la que busca mostrar su propio estilo. Tiene como referente principal al indie pop español, y sus letras hablan sobre el desamor y las relaciones fallidas. Y de eso se trata su más reciente sencillo “Niña mala”, con el que da inicio a una nueva etapa como solista. Conversamos con el cantautor peruano sobre sus motivaciones, su historia personal, y de lo que hay detrás de su próximo disco, Para Bailar Llorando: La Fiesta de los Niños Tristes (2024), que lanzará a fin de año.


¿A qué dirías que suena la música de Oscar DLC?

Oscar: Siempre digo que hago un indie pop ‘happy sad’. Mis melodías son tiernas y alegres, pero las letras son tristes. De hecho, yo nunca puedo escribir nada feliz. Casi todas mis canciones son sobre el desamor o historias que acaban mal.

¿Por qué no puedes escribir música feliz?

O: O sea, no tengo nada contra la música feliz, pero creo que cuando estoy feliz, vivo el presente. Para escribir necesitas conocer más tus emociones, y eso solamente lo logras cuando estás ensimismado. Si estoy feliz, quiero estar con la gente, con mis amigos, con mi familia. Cuando estoy triste, me provoca estar solo y siento que todo es más real. Además, siempre he sido medio tristón y melancólico. Cuando era adolescente, era emo.

“Niña mala” es un adelanto de tu próximo disco Para Bailar Llorando: La fiesta de los niños tristes. ¿Cuánto del sonido de ese single estará presente en el álbum?

O: El disco tiene canciones que suenan super diferentes. “Niña mala” es indie pop en su máxima expresión. Lo demás será surf rock, synthpop, disco. Habrá de todo un poco en el álbum.

¿Estás trabajando con algún productor?

O: Tengo dos productores. Les pedí que trabajaran juntos porque antes lo hacían por separado. Me gustaba el sonido de cada uno, y dije: «¿Por qué no juntarlos?». El primero es Mazu, que tiene su proyecto solista y además toca con Jean Paul Medroa. El otro es Polini, quien tiene su estudio Polini Records.

¿Cuánto te has involucrado en la producción?

O: Bastante. Soy super metido, ya sea involucrándome o dando feedback. A ver, yo no tengo formación musical. Empecé en esto porque era un tipo que le gustaba tocar guitarra y cantar, pero fui aprendiendo con el tiempo.

Oscar DLC posando en el estudio fotográfico

El sonido de tus sencillos anteriores es muy diferente al de “Niña mala”. ¿Dirías que tus influencias han ido variando?

O: Antes era muy ‘chikipunk’. Escuchaba 6 Voltios y toda esa onda. Después empecé a escribir baladas pop; hasta que años más tarde conocí el indie. Mi primera novia en la universidad me enseñó a los Arctic Monkeys y ahí empezaron a evolucionar mis gustos musicales.

¿Qué otros artistas han impactado en tu estilo?

O: De todo tipo. [Quienes han escuchado mi próximo disco] dicen que sueno un poco a Oasis, una banda que me gusta bastante. En cuanto a las letras, diría que tengo influencia de Andrés Calamaro, algo que creo que muestra mi canción “Todas las calles que me recuerdan un poco a ti”. Pero en mis últimas composiciones, definitivamente hay una onda más indie. Referencias a Last Dinosaurs, Cupido, Ters, Walls, Pimp Flaco. Hago una especie de ‘indie urbano’.

En los títulos de tus canciones, he notado una temática recurrente. Pasaste de “La niña de Valencia” a “Niña mala”…

O: Me lo han dicho mucho [risas]… pero no. No hay una vínculo entre ambas canciones. De hecho, en otro tema también mencionó la palabra ‘niña’. Creo que tiene que ver con mi forma de querer; me considero muy protector en ese sentido.

En nuestra reseña sobre “Niña mala”, resaltamos tu mirada personal al indie-electro-pop español de los últimos años.

O: Conozco España, sí, y su música me encanta. Pero siento que lo que hago es distinto. Si la gente me escucha desde afuera, probablemente no creería que soy peruano. Siento que mi sonido es único. Trato de hacer un comparativo con el indie peruano… y no encuentro algo similar.

Al mismo tiempo, tus productores están vinculados con la escena del indie peruano. ¿Crees que no tienes ninguna relación con ella?

O: A mí me encanta Jean Paul Medroa. Tengo el agrado de conocerlo y somos amigos. Somos como ‘softboys’, o al menos eso es lo que siempre me han dicho. No me siento mal por ello. La estética de Oscar DLC también es esa, hasta para vestirme. 

Pero, entonces, ¿no crees que la escena independiente peruana tiene un sonido en particular? 

O: No. Lo mío es el indie, pero no es tan underground como siento que es el sonido de aquí. Por decirlo de alguna forma, pienso que el indie que hago no suena tanto al Centro de Lima. 

¿Y a qué distrito sonaría?

O: Un símil podría ser la música de Susana Fátima. Algo como “quiero ser underground, pero no me sale”. Mi música no es tan oscura. Lo mío es más soft: “sufro por amor, pero mi vida no ha sido tan mala”. Por ahí hay otras bandas que hablan de temáticas más complejas: las drogas o problemas familiares. Lo mío es distinto.

¿Hay algún artista nacional con el que te gustaría grabar o hacer una colaboración?

O: Te voy a responder con una intriga: ya colaboré con todos los artistas con los que quería y van a estar en mi próximo disco. Todo el trabajo, tiempo, dinero y esfuerzo que he invertido están volcados en mi proyecto. He tirado la casa por la ventana con este trabajo. Olvídate, me fui con todo con esto. Es difícil ser músico en este país, pero he confiado mucho en este álbum.  ■


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