Los Outsaiders en blanco y negro
Erick Flores

Los Outsaiders: «Irnos a vivir a México no significa que hayamos tocado techo en Perú»

La agrupación peruana volvió al estudio para grabar su cuarta producción discográfica, Awa Dura (2023). Al mismo tiempo, cambiaron su sede de operaciones –de Lima a Ciudad de México– con el objetivo de llegar a nuevas audiencias. Y ya tienen un quinto álbum bajo el brazo para lograrlo. Conversamos con ellos y nos contaron cómo esperan consolidarse en la escena latinoamericana con su rock and roll guitarrero, directo y sin auto-tune.

En 2013, con un rocanrol en su estado más puro, Los Outsaiders cantaban sobre el amor no correspondido, el ajetreo nocturno, la vida sin horarios de oficina y la inoperancia de las emisoras radiales. De eso ya pasaron diez años. Hoy, Charlie, Renzo, Juan Carlos y Daniel son treinteañeros con múltiples sellos en el pasaporte y miles de seguidores en las redes sociales. Sin embargo, aún mantienen esa actitud de rebeldes con causa; una postura que los encumbró en la escena independiente peruana y les ha permitido tocar en diferentes escenarios de Latinoamérica.

Ahora van por más. La agrupación limeña ha replanteado sus objetivos para apuntar hacia audiencias mayores, razón por la cual han establecido su base de operaciones en Ciudad de México. El primer paso de esta nueva etapa se llama Awa Dura (2023, Zip Records), su cuarto disco de estudio producido por el neerlandés Jan-Bart «JB» Meijers de The Common Linnets. En este trabajo, el cuarteto recoge las experiencias sumadas en la última década, además de darle un guiño al sonido que lograron en su álbum debut homónimo (2013) junto a Gordon Raphael.

A través de una videollamada que se prolongó por casi una hora, conversamos con Los Outsaiders sobre sus planes a corto y mediano plazo en México. También nos adelantaron que ya tienen un quinto disco grabado bajo la producción de Adan Jodorowsky, el cual planean lanzar en 2024.


En 2017, ustedes vivían en Ciudad de México a puertas del lanzamiento del segundo álbum: El Asesino del Rey Peste (2018). Hoy se encuentran allá bajo las mismas circunstancias: promover el nuevo disco Awa Dura. Queda claro que México ya es parte de la historia de Los Outsaiders.

R: Sí, nuestra relación con México tiene muchos años. Luego de tocar en el Teatro Metropólitan, empezamos a atar cabos. En ese momento, la idea de venir surgió como el paso más lógico para la banda, por lo que comenzamos el 2023 con ese objetivo: reubicarnos en Ciudad de México. La disquera [Zip Records] se sumó a ese proyecto y empezamos a planificar el material para viajar, lo que incluía este nuevo disco. Así apareció la figura de JB Meijers, quien finalmente produjo Awa Dura.

¿Cómo fue trabajar con él?

R: Muy chévere. Primero, armamos un plan de trabajo, y luego registramos las canciones en Lima. La cuestión es que después sumamos la producción de un segundo disco, que grabamos en mayo junto a Adan Jodorowsky. Por lo tanto, hoy tenemos dos materiales: Awa Dura, que lanzamos el pasado 27 de setiembre y representa el punto de partida para nuestra reubicación en México; y el álbum producido por Jodorowsky, que nos permitirá seguir moviéndonos por aquí. Vivir en México trasciende al 2023, e incluye muchos planes, conciertos, videoclips. No es ninguna casualidad haber venido, sino una consecuencia lógica para concretar un montón de objetivos.

Los Outsaiders en blanco y negro
(Foto: Erick Flores)

Es inusual esa seguidilla de discos en bandas peruanas. ¿Esto responde a la idea de mantenerse vigentes, o tenían una gran cantidad de canciones inéditas que querían lanzar de una u otra manera?
Ch:
Tratamos de estar siempre en la práctica de componer canciones y trabajar demos. Armarlos bien o simplemente grabarlos con el celular, con guitarra y voz. Es nuestro ritmo recurrente. Al principio, queríamos hacer un disco más extenso, que es algo todavía más inusual. Pero apareció en el camino la oportunidad de grabar con JB Meijers y Adan Jodorowsky. Así que en vez de hacer un único álbum con ambos productores, decidimos abrir los dos mundos… cada uno con su sonoridad particular. Estamos tratando de separar a Awa Dura del próximo disco. Cuando llegue el momento de lanzar ese álbum, cambiará toda nuestra imagen.

¿Cuál es el criterio que aplican para elegir a cada productor?

R: La elección de productores, por lo menos desde que estoy en Los Outsaiders, siempre se ha basado en escuchar los discos que producen y evaluar su metodología de trabajo. Para ser honestos, por más bueno que sea el productor, si no hace match con nosotros y viceversa… no lo convocamos. No se trata de pagarle a alguien para que nos produzca, sino buscar a la persona idónea que nos ayude a encontrar el sonido que queremos.

¿Ese cambio constante de productores no podría jugarles en contra? Cambiar de sonido en cada álbum es un arma de doble filo. ¿O eso es precisamente lo que buscan?

D: Es lo que buscamos. Nos gusta mucho explorar nuevos sonidos. Es una de nuestras premisas, y en cinco discos [incluyendo el que produjo Jodorowsky] jamás hemos repetido de productor. También nos involucramos en el proceso. Eso hace que la esencia de Los Outsaiders esté en cada álbum. Siempre hay un hilo conductor de nuestra parte; en los arreglos y demás.

Ch: Lo interesante de trabajar con distintas personas es aprender. Ver cómo trabajan, cómo editan, cómo nos producen… incluso desde lo psicológico. No sé si llegará el momento en que hagamos algo 100% solos, o si repetiremos con algún productor. Seguramente sí.

D: Imagínate: grabamos un disco y encima nos dan una master class.

Por otro lado, siguen apostando por el formato de larga duración, en tiempos en los que se privilegian los sencillos y EPs.

R: Queremos dar un statement. Hacer lo que hemos soñado y lo que siempre hemos querido. El rock y la música se vive mejor al poner tu disco y escucharlo de principio a fin. Awa Dura está pensado para eso… y creo que vale la pena hacerlo. Si bien el álbum tiene sencillos, queremos mantener esa experiencia de escucharlo de manera continua.


Los Outsaiders tienen varios años con una formación consolidada. ¿Cómo los encuentra Awa Dura como banda?

R: Awa Dura es una combinación de varias cosas que se han dado desde lo personal y lo profesional. Este año celebramos los diez años del primer disco, Outsaiders (2013), lo que nos dice que tenemos una carrera larga y a la vez un gran aprendizaje detrás. Es imposible recordar esta década sin reflexionar sobre lo que nos ha pasado. Awa Dura es un saludo al sonido del primer disco y a las cosas que aprendimos en estos diez años.

¿Dirían que este nuevo álbum cierra el círculo del primero?

R: Totalmente. La banda ha logrado el sonido que buscó desde el principio, y este disco lo demuestra.

Además de las influencias estructurales de la banda, ¿hay artistas nuevos que se referencien en el sonido de Awa Dura?

Ch: Queríamos hacer un disco de rock, que es nuestra esencia y lo que nos sale naturalmente. Sin mencionar referencias personales, porque cada uno tiene su playlist de vida, siempre tratamos de escuchar la nueva música que va saliendo en el mundo. Mantenemos los oídos abiertos. Igual todo cambia: mi banda favorita son los Beatles, pero hoy los escucho poco o nada. También The Clash. En el estudio, la dinámica con las influencias es diferente. Por ejemplo, durante la mezcla de este álbum imaginamos sonidos mucho más modernos: graves potentes, referencias de bateristas actuales, etc. No queremos ser una banda que hace canciones que suenen a 40 o 50 años atrás. Queremos sonar como una banda de rock del 2023.

R: Ese es el concepto del disco. Aunque respetamos el formato, al fin y al cabo no somos una banda revival de rock clásico. Tal cual lo dice Charlie, queremos sonar como una banda de rock del 2023. Ese es el camino que estamos recorriendo.

‘Awa dura’ significa ‘hielo’ en papiamento, la lengua criolla que se habla en Bonaire, isla caribeña donde reside el productor JB Meijers. Según Los Outsaiders, el término simboliza la experiencia de haber grabado este disco y la actitud presente en todo el proceso de producción

Es cierto que, con los años, todos dejamos de escuchar a los artistas que antes nos fascinaban. Charlie mencionó a The Beatles. ¿Ese cambio en las referencias y temáticas musicales también se ha trasladado a la composición de las letras?

Ch: Quizás un poco en las formas. No diría que he llegado la madurez, porque en muchas facetas de mi vida todavía me siento extremadamente inmaduro. Ahora trato de elegir las palabras de otra manera, de una forma más analítica. Además, no es lo mismo escribir canciones a los 20 años… que a los 30 y tantos. Eso se nota en Awa Dura, donde cada canción narra una historia diferente y tiene una experiencia detrás.

Y el ensamble de las canciones en el estudio, ¿también ha variado?

R: Sí, ha ido cambiando. Estábamos acostumbrados a que Charlie, Juan Carlos y Dani, que son compositores muy prolíficos, compartieran sus demos para armar las canciones. Los discos eran el resultado de trabajar todas esas maquetas, previamente seleccionadas por el productor. Sin embargo, en los dos álbumes que grabamos este año, la metodología cambió. A JB Meijers le propusimos un listado de canciones; él hizo un corte mínimo y elaboramos el tracklist final de Awa Dura.

Ch: La diferencia radicó en que esa parte la trabajamos a distancia.

R: Ese es un gran detalle. Hicimos la preproducción a distancia. JB estaba en Bonaire, donde vive. Después viajó a Lima y nos juntamos en una sala de ensayo para realizar los arreglos durante dos días. Al final entramos a la sala de grabación.

¿Y cuán distinto fue el proceso con Jodorowsky?

R: Bastante distinto. La logística para el disco con Adan fue diez veces más complicada, ya que empezamos a armar las canciones in situ, en México. Nos reunimos en su casa con 40 canciones bajo el brazo, entre ideas y retazos. Las escuchamos durante cuatro o cinco horas; él iba anotando hasta que propuso una selección final. Ese método tuvo sus pros y contras: lo positivo era saber que el productor confiaba mucho en cada canción elegida; por otro lado, Adan seleccionó muchos tracks que todavía eran piezas sin estructura. Sin forma ni nada. Así que el proceso de grabación se convirtió en una sesión intensiva de composición y ensamble. Lo lindo fue ver que, como banda, estábamos listos para rendir en cualquier escenario.

Los Outsaiders en blanco y negro
Actualmente, Los Outsaiders son Dani Catello (guitarra), Renzo Pinedo (batería), Charlie VTW (voz y guitarra) y Juan Carlos «El Perro» Calderón (bajo y coros). (Foto: Erick Flores)

¿Cuántas canciones descartaron para llegar al tracklist final de Awa Dura?

R: Teníamos una lista grande y una lista chica de canciones antes de grabar. Me explico: muchas de las composiciones que le propusimos a JB, también se las presentamos a Jodorowsky. La idea inicial de la disquera era realizar una pequeña prueba con JB para ver si hacíamos match. Ellos querían que grabemos unas cuatro canciones con él, pero como la química fue inmediata… decidimos hacer los dos discos. En su selección, JB incluyó algunas canciones que ya habíamos lanzado como sencillos; por ejemplo, «Renuncié» y «¿Para qué me hablas?». Entonces, hicimos una «versión JB» de estos temas; es decir, los regrabamos y volvimos a mezclar para uniformizarlos en sonido y estilo con los otros tracks elegidos.

Ch: Ese fue el JB’s cut.

R: El JB’s cut, el JB’s mix y el JB’s master. Es curioso, porque canciones como «Renuncié» o «¿Para qué me hablas?» han tenido un tiempo de vida inusual: las lanzamos; vimos la respuesta del público; obtuvimos nuestra propia respuesta al tocarlas en vivo; y finalmente las volvimos a grabar. Es algo atípico, no sé qué tan saludable, pero resultó bien.

O sea que este disco de Los Outsaiders tiene su «Taylor’s version».

R: ¡Claro! Con sus versiones de 10 minutos. [Risas]

¿Es o ha sido un reto llevar Awa Dura al directo, tocarlo en conciertos?

Ch: Siento que no se nos dificulta tanto. Como el concepto original es generar la sensación de rock, las canciones suenan mejor mientras las toquemos con actitud y tal como las ensayamos. No estamos saturando nuestro sonido en el estudio, y esto es algo que se notará más en el disco que grabamos con Adan. Evitamos los «muros de sonidos» y los rellenos. A veces se tiende a sobrecargar, pero con Awa Dura optamos el camino de ir al grano. Aunque también echamos mano de los sintetizadores, mientras esté la esencia rockera… no se complicará tocarlo en conciertos.

R: Al momento de grabar, no nos limitamos con la eventual versión en vivo. Grabamos como mejor nos sale en el estudio. La ejecución en los conciertos se ve después.


En toda la entrevista, no han mencionado la palabra ‘indie’. Por el contrario, han utilizado el término ‘rock’ para describir su propuesta y la naturaleza de sus discos. En tiempos en los que se dice que el rock «ha muerto», ¿no se sienten cómodos con la etiqueta ‘indie’?

Ch: Esa etiqueta nunca salió de nosotros. Cuando hacemos música, jamás decimos: «hoy haremos una canción indie». Mantenemos nuestra voz como banda… y no sé qué estilo tenemos, la verdad… porque hay canciones de rock, algunas más punk y otras más acústicas. Pero nos encanta contar con esa paleta de estilos y sonoridades; siempre bajo el manto del rock, que es lo que nos sale naturalmente.

R: El tema del indie es algo que surge de los críticos, de personas que quieren ponerte un rótulo. Decir que hago cierto tipo de música para satisfacer a la prensa, y continuar con esa ‘franeleada’ que se le hace a los nuevos sonidos… no es nuestro caso.

Ch: No sé si se note mucho la referencia, pero en «Diacronía» hay un guiño a “Toxic” de Britney Spears. Aunque es muy sutil, ¿hacer eso califica como indie?

D: Ya fue… mañana saldrá como titular: “Los Outsaiders se copian de Britney Spears”. [Risas]

De hecho, se ha escrito mucho sobre el sonido de Los Outsaiders, lo que –en algunos casos– ha resultado en inevitables comparaciones e incluso críticas negativas. ¿Todavía lidian con el hate?

Ch: Uhmmm… ya no tanto.

D: Hace años que no hay hate. A veces lo extraño.

R: El hate es algo normal. Es consecuencia de que estás logrando la atención de la gente a través de un buen trabajo. La calidad es siempre subjetiva, y eso es algo con lo que nosotros hemos hecho las paces hace años. No nos preocupa para nada. Que la gente se tome cinco minutos para buscarnos y mentarnos la madre… es increíble. Pero de todo se aprende: de lo bueno y de lo malo.

Ch: Es realmente inútil atender el hate. En algún momento lo he hecho, cuando era más inexperto. Pero me di cuenta de que la gente critica incluso a los mejores. A quienes están en lo más alto y en lo más bajo. No me gusta decirlo, pero es algo con lo que tenemos que convivir. Mientras hagamos lo nuestro, ellos hablarán de nosotros. No nosotros de ellos.

El Perú puede llegar a hartar cuando no te da lo que estás buscando. Esa es una de las razones por las que muchos peruanos se han ido al extranjero. ¿Es el caso de Los Outsaiders?

R: Siempre estaremos agradecidos con lo que el Perú nos ha dado; es el lugar donde nos conocimos, donde empezamos a tocar. Pero nuestra decisión de establecernos en México no tiene que ver mucho con el Perú. Es cierto que el país tiene grandes falencias en cuanto a infraestructura, lugares para conciertos… ni qué decir del gobierno y las autoridades. Son vacíos que afectan a la cultura y el arte, y eso no es ningún secreto. Sin embargo, nuestra decisión no tiene que ver con eso.

Los Outsaiders son la única banda peruana que ha sido invitada a tocar en la edición 2023 del festival Rock al Parque, en Colombia.

Como bien dices, hay lugares en el mundo que tienen las cosas que estás buscando, y ya. Queremos hacer algo más grande con la banda; lo más ambicioso posible. Irnos a vivir a México no significa que hayamos tocado techo en Perú; o que nos fuimos porque ya no tenemos nada que hacer allá. En 2023, somos personas con más de treinta años, y es un momento en el que buscamos nuevas experiencias. Para eso tenemos este material discográfico, que nos da la opción de buscar lo que siempre hemos soñado y en el lugar donde creemos que se puede lograr. México es ese lugar y Awa Dura es el primer paso.

D: A mí me encanta una frase: «por mi mejoría, mi casa dejaría». Entendemos que el hecho de venir a México e intentar algo diferente… puede ser llamativo. En noviembre, vamos a tocar en el Rock al Parque de Bogotá, uno de los festivales en los que siempre hemos querido participar. Eso no quiere decir que estando en Perú se nos cierran esas puertas, pero a veces debemos hacer algunas cosas para que sucedan otras. De eso se trata nuestra decisión.

¿O sea que el viaje a México no tiene pasaje de retorno?

R: No lo tiene. Este es un proceso de reubicación total. No es una estancia ni una pasantía… se trata de que cumplamos nuestros objetivos a futuro desde Ciudad de México.

Ch: Probablemente volvamos a Lima cuando salga el siguiente disco. Eso será el próximo año. Cuando tengamos las fechas más claras, las iremos anunciando.

México es la nueva casa de Los Outsaiders, entonces.

R: Sí. Es nuestra nueva casa. ■


Escucha Awa Dura (2023) de Los Outsaiders: