Meme del Real: «Estas canciones como solista tenían una energía más íntima [que aquellas que llevo a Café Tacvba]»

Meme del Real en su estudio

Durante más de tres décadas, Emmanuel Meme del Real fue el alquimista detrás de los teclados, composiciones, texturas y las armonías de Café Tacvba. Pero en su primer disco solista, todavía en etapa de producción, el músico mexicano emprende una búsqueda distinta. Esta vez toma la responsabilidad de llevar un proyecto por sí mismo. Siguiendo su propia voz, su intuición y tomando sus propias decisiones.

Producido junto a Gustavo Santaolalla, su aliado creativo desde los inicios de Café Tacvba, el álbum –cuyos primeros adelantos han sido los sencillos “Princesa” y “Tumbos”– se convierte en una radiografía personal, honesta y emocional, construida desde la intuición y una voz interna que lo llevó a tomar este sentido. Conversamos con ‘Meme’ sobre su renovado proceso de escucharse a sí mismo, además del rol de Santaolalla en la construcción de su debut en solitario, y de lo que sucede cuando dejas que las canciones hablen por ti.


Un doble punto de partida

¿De dónde nace este proyecto? ¿Necesidad creativa o desde una búsqueda personal?

Meme: Como diría el Chavo del Ocho: las dos cosas. Creo que siempre ha habido una búsqueda creativa. Y, a nivel personal, era algo que me ilusionaba. Sin embargo, la forma en la que se gesta… tal vez no fue una decisión consciente en su momento. Pensar algo como: “Ahora voy a hacer un proyecto solista, voy a sacar un disco propio”. Hace un par de años, comenzaron a aparecer unas canciones que me dieron la pista; la idea de que algo distinto estaba pasando. Algo diferente en relación a lo que usualmente sucede cuando llevo canciones al grupo [Café Tacvba]. Estas canciones tenían una energía más íntima. Incluso la construcción en cuanto a los arreglos estaba tomando otra dirección. Cuando las escuché en conjunto, supe que tenía que darles otro sentido.

Ese fue el punto de partida…

M: Fue en ese momento cuando me junté con Gustavo Santaolalla. Le pedí que hiciera una escucha de los temas y que me ayudara a entender un poco más qué narrativa tenían, o hacia dónde podían ir. Durante esa conversación, pensamos: “Aquí hay algo”. Había una forma de composición, de canto. Entonces, digamos que sí hubo una intención creativa y una necesidad personal. Pero todo se conjugó cuando estas canciones empezaron a hablar desde otro lugar. Fue un híbrido.


La vida, además de Café Tacvba

¿Qué te llevó a querer explorar un camino solista ahora, después de tantos años con Café Tacvba?

M: De alguna manera, fueron las mismas canciones las que me dieron una estima, una serenidad. Una posibilidad de convertirlas en un proyecto que pudiera presentar en solitario.

¿Tenías esa inquietud?

M: Sin duda existía esa inquietud. Después de tantos años con el grupo –por cierto, cumplimos 36 años como Café Tacvba–, también hemos ido descubriendo que dentro de la banda hay espacio para que cada uno explore sus propias inquietudes creativas. Literarias, visuales, artísticas, musicales, lo que sea. Sentí que había ese espacio para salir y compartir algo mío.

Todo confluyó para tu debut en solitario, entonces.

M: Se conjugaron varias cosas. Me entusiasma que, a mi edad, todavía me sienta con ganas de hacer esto. Estoy estimulado, emocionado.


Solista en construcción

¿Hay algo que no hayas aprendido en Café Tacvba que estés aprendiendo ahora en solitario?

M: Sí, muchas cosas. Lo primero es que conlleva una responsabilidad distinta. Una carga que dentro del grupo, por ejemplo, se reparte entre cuatro. Hablamos de lo creativo, de las decisiones profesionales, administrativas, artísticas, y de todo tipo. [Como solista] estoy descubriendo y aprendiendo a asumir todo eso por mí mismo. Ahora tiene otra relevancia, otro peso. Al menos para mí. 

¿Sientes mucha diferencia respecto al grupo?

M: Sé que [en solitario], a diferencia del grupo, la atención, la figura y la cara del proyecto soy yo. Soy quien tiene que salir al escenario, cantar las canciones, e interactuar con el público. Con Café Tacvba, por lo general, estoy desde mi lugar en el piano; con la guitarra, o a veces cantando. Pero salir y encarar todo eso… lleva otra carga. Igual me siento cómodo con estas canciones. Me siento seguro, y eso ha hecho que todo fluya dentro de todo lo que lo acompaña.

Mencionaste que estas canciones en solitario tenían una vibra distinta. ¿Todavía es muy pronto para que sepas diferenciar, en el futuro, cuándo una composición es para tu proyecto solista… y cuándo para Café Tacvba?

M: Sí, es algo reciente. No es que tenga mucha trayectoria o experiencia en solitario. Esto es nuevo. Las canciones aparecieron, y son ellas las que me han transformado para ser esta figura que se convierte en un artista en solitario. Veré ahora, a partir de este momento, cuando tenga que llevar canciones al grupo, cómo será la dinámica.

¿Una nueva dinámica con Café Tacvba?

M: Es que hay canciones que nacen para el grupo; otras para este proyecto, o para algún otro. Digamos que voy a empezar a experimentar. En este caso, me resultó muy claro que estas canciones, este proyecto [solista], tenía que ver más con algo fuera de Café Tacvba.


Tres décadas junto a Santaolalla

Después de tres décadas con Café Tacvba, Gustavo Santaolalla producirá tu incursión solista. ¿Cómo ha cambiado tu vínculo creativo con él tras el paso de los años?

M: Por suerte, va creciendo. Se va enriqueciendo. Con Gustavo tenemos una gran relación personal. Realmente somos una familia; en lo personal, en lo humano. A nivel profesional y artístico, hemos desarrollado un lenguaje que nos ayuda a fluir, a que trabajemos rápido. A que él pueda leer rápidamente lo que nosotros no alcanzamos a ver. Con este proyecto, me ha ayudado en eso: a darle una perspectiva que yo no puedo brindar porque estoy dentro. Él está alrededor, observando. Pero también se acerca, entra, comparte.

¿Y hubo discrepancias creativas en el proceso?

M: La relación sigue siendo personal, pero cuando se trata de lo creativo, Gustavo es muy objetivo. Siempre toma decisiones o da opiniones en relación a lo que considera mejor para la canción, para el proyecto, para el artista. La parte personal siempre la va acompañando, pero existe esa línea. Ese respeto hacia ambos lados. En este proyecto, ha sido preciso en sus observaciones, aunque igual de cariñoso en el proceso. Me siento muy afortunado de contar con su mano y su apoyo desde siempre.


Radiografía sonora

¿Qué te gustaría que dijera este disco sobre ti?

M: Creo que el disco dice mucho sobre mí. Es una de las características que le encuentro. Gustavo me dijo: “Oye, aquí estás haciendo una radiografía bien profunda y completa de ti, desde diferentes lugares”. Lo que me gustaría es que la gente resuene con lo que está ahí, o con alguna parte de ello. Eso es algo que todavía no descubro, porque el disco completo aún no sale. Saldrá en un par de meses. Cuando eso suceda, y tal vez el tiempo le dé vida y camino a esas canciones, podría responderte mejor con cierta resonancia, cierta comunicación.

Que las canciones hablen por sí solas.

M: Sí, me gustaría que, más allá de que yo diga o explique, las canciones lo digan todo. Me intriga saber cómo resuena, o cómo no resuena, en cada persona. ●


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