Jaze – ‘Quizá No Es Para Tanto’

Portada de Quizá no es para tanto, de Jaze

El rapero peruano propone, en su tercera producción, una redención personal con versos construidos desde la madurez emocional

En su tercer disco, Jaze deja de buscar respuestas y empieza a escuchar su interior. Quizá no es para tanto (2025, Sony Music) es el testimonio de su redención ante la vorágine de sus pensamientos: un álbum que no grita, sino que exclama calma y tranquilidad. Que no pretende tenerlo todo claro, pero que encuentra –a través de su propio desconcierto– su verdad más pura.

Resulta paradójico pensar que lo que no se encuentra suele aparecer justo cuando uno deja de buscarlo. Que la fórmula para una vida tranquila sea dejar de escarbar obsesivamente en nuestros pensamientos para encontrar respuestas, y aceptar –de la forma más honesta– que lo único seguro siempre será la incertidumbre. «Well, it ain’t no use to sit and wonder why», decía Bob Dylan en la primera línea de “Don’t Think Twice, It’s All Right”. En los noventa, Liam Gallagher cantó algo parecido en “Live Forever”: «Maybe I will never be, All the things that I wanna be».

Esta forma de pensar –de aceptar que hay cosas indescifrables y que el ser humano no es capaz de resolver por sí mismo– parece ser el núcleo desde donde Jaze construye Quizá no es para tanto. En él, el músico peruano acepta por fin que está lejos de tener respuestas inmediatas a todas sus interrogantes. Suelta y se deja ser. Comprende que no debe aferrarse a sus pensamientos, porque al final nada es tan grave. Ni lo bueno ni lo malo. Y que, por más que su cabeza esté atiborrada de ideas y conceptos nuevos (algunos más extravagantes que otros), lo mejor siempre es hacer una pausa. Respirar y hablar desde su yo más sincero.


«Si yo mismo me pierdo, quizá no es para tanto»

Que el álbum lleve por título la frase Quizá no es para tanto no parece una casualidad. En varias entrevistas, el rapero ha declarado que vive con TDAH (trastorno de déficit de atención con hiperactividad), una condición que se manifiesta en dificultades para concentrarse y en una tendencia constante a la distracción.

Jaze es consciente de que su cabeza va a mil por hora; que las ideas aparecen como ráfagas y que, así como pueden desembocar en hallazgos brillantes, también pueden volverse una tortura constante. «Divagando en el compás, creando un dolor fugaz que se irá cuando tenga otro pensamiento», canta en “mil procedimientos”. El TDAH también suele manifestarse así: imágenes mentales que irrumpen sin aviso, procesos que se inician pero nunca concluyen, inconstancia en las tareas cotidianas. Todo esto puede desembocar en crisis existenciales y frustración. Él lo sabe. «No sé qué voy a hacer si me pierdo», vuelve a cantar hacia el final del tema.

Puede que esta ola interminable de pensamientos también lo afecten en otros ámbitos. Por ejemplo, en el amor. En “las consecuencias”, el músico reflexiona sobre cómo se siente internamente en una relación romántica. «Déjame solo, que no es contigo, esto es conmigo», dice en las primeras líneas del track. Es su forma de aclarar que, más allá de los problemas que puedan tener con su pareja, las preocupaciones están ocurriendo dentro de su cabeza.

«Si yo mismo me pierdo, quizá no es para tanto», canta Jaze en “QNEPT”, acrónimo del título del álbum. Ese verso resume con claridad el corazón del disco. Hace unas semanas, en una entrevista para la revista Rolling Stone, el peruano confesó que, cuando empezó a gestar este proyecto, no tenía una ruta clara. Solo había compuesto dos canciones –“no le mienta a mamá” y “las consecuencias”–, y aunque intuía que la estética sonora debía ir por ese lado, las ideas aún no terminaban de convencer. La solución, como advertimos al principio, llegó cuando dejó de buscar. Palabras y melodías fueron apareciendo sin apuros ni ajetreos, una a una, hasta que –casi sin darse cuenta– el disco estaba completo.


Un punto de quiebre

Dos años atrás, Jaze fue fichado por la multinacional Sony Music, con la cual que lanzó su segundo disco a partir de un nuevo alter ego: Toy Lokazo (2023). En él sorprendió a quienes solo lo conocían como freestyler, mostrando su mejor nivel en el rapeo y una notable capacidad compositiva. El personaje que asumió –‘Toy Lokazo’ o ‘Toylo’–, acompañado de una máscara de robot de juguete, le permitió explorar el absurdo, la ironía y lo performático.

Tras ese momento de experimentación, este tercer disco lo muestra en un interesante pico creativo. Además de una internacionalización que apenas ha empezado: en 2024, se presentó por primera vez en el festival Lollapalooza, en Argentina; y antes de cerrar el año, ofreció varios conciertos en Buenos Aires, ciudad en la que reside actualmente. Siguió en este 2025 con una participación deslumbrante en el Estéreo Picnic de Colombia, anunciando que pronto lanzaría la que –según él– es su mejor producción discográfica a la fecha. Y no exageró.

Quizá no es para tanto marca un punto de quiebre en su carrera. Es, probablemente, su obra más sólida. Ahora aparece sin máscaras ni personajes de pro medio. No hay más alter egos: es Juan Carlos Iwasaki quien toma la palabra. Por primera vez, se permite “caminar al revés”; es decir, construyendo desde la calma y la paciencia, no desde lo cerebral. Y lo hace con una sensibilidad que atraviesa toda la obra.

La influencia del indie pop latinoamericano también es evidente; tal vez un reflejo natural de su mudanza a Buenos Aires, capital sudamericana de este género. Las colaboraciones refuerzan esa dirección: Willy Rodríguez de Cultura Profética en “el vino y el tiempo”, Elsa y Elmar en “un mensaje de voz” y Caloncho en “pensé en ti” aportan matices que enriquecen el universo íntimo del álbum.

Al final, lo que Jaze propone es evitar las exigencias personales. Como Dylan, entendió que no siempre hay respuestas y los ‘por qué’ a veces son innecesarios. Como Gallagher, asumió que tal vez nunca será todo lo que soñó. Pero en esa aceptación se abre un espacio nuevo; más real y más habitable. Quizá no es para tanto es el diario de alguien que aprendió a soltar, a caminar sin mapa y a confiar en que, aunque nada esté resuelto, siempre existen momentos de claridad. ●


Escucha Quizá No Es Para Tanto (2025) de Jaze:

Tracklist:

  1. caminar al revés
  2. pensé en ti [feat. Caloncho]
  3. mil procedimientos
  4. no le mienta a mamá
  5. el vino y el tiempo [feat. Willy Rodríguez]
  6. las consecuencias
  7. un mensaje de voz [feat. Elsa y Elmar]
  8. boomeran’
  9. QNEPT
  10. la terminal
  11. el secreto escondido de tu luz