La cantautora peruana propone una particular fusión de pop y folklore en su primer larga duración
Un universo de emociones se despliega en el debut discográfico de la cantautora peruana Ximena Ingü. Flora y Fauna (2025, Puntilla) se presenta como una obra conceptual que dialoga entre la sensibilidad humana y la naturaleza, utilizando la metáfora del ecosistema para abordar temas como el miedo, la ansiedad y la aceptación.
El álbum recorre nueve canciones donde convergen el pop, el indie y una marcada influencia del folklore peruano y latinoamericano. La producción, a cargo de Manuel Inga ‘Antorcha’ y Paukencio, destaca por la presencia de percusiones tradicionales —como el cajón peruano—, sintetizadores ambientales y arreglos que transitan desde el huayno-pop hasta el landó y el bossa nova. Este enfoque sonoro, bautizado por la propia artista como ‘popklore’, busca tender puentes entre la tradición y una estética contemporánea.
Flora y Fauna utiliza la selva y sus criaturas como símbolos de las emociones más complejas. El imaginario del álbum se complementa con una narrativa visual en la que animales como el conejo y el león representan la tristeza y la rabia, respectivamente. La propuesta se expande en los shows en vivo y en los videoclips, reforzando la idea de reconciliación con la propia vulnerabilidad.
Además, la Comunidad Emocional —el grupo de seguidores de Ximena Ingü— se ha consolidado tras una serie de conciertos o Picnics emocionales, promovidos en redes sociales. Este debut fue grabado en Lima y Buenos Aires entre 2021 y 2024, con mezclas de Sebastián Dextre, Jose Carlos Ponce y Breno Tito Caballero, y masterización de Ponce, José Blanco y Andrés Mayo. ●
