El álbum debut de la argentina, coproducido con Lau Noah y Emily Elbert, aborda memoria, comunidad y resiliencia femenina
Bajo una estética de raíz y un gesto jazzístico, AMINA (2025, Altafonte) presenta el debut de Carolina Mama como una experiencia de escucha conectada, con la voz en primer plano y una narrativa de aire cinematográfico. El repertorio ordena arreglos acústicos y dinámicas de improvisación para trazar relatos anclados a la memoria, la comunidad y la resiliencia de las mujeres, con un hilo conceptual que invita a recorrer el disco de principio a fin.
Como marco creativo, Carolina coproduce y graba en Los Ángeles junto a Lau Noah y Emily Elbert. Las composiciones integran herencias culturales y capas tímbricas para visibilizar vidas ignoradas y voces marginadas. «AMINA es la introducción perfecta a mi obra: atrevida, tierna, arraigada y revolucionaria», afirma la artista argentina, al resumir el alcance estético y emocional que sostiene la propuesta.
Radicada en Estados Unidos desde 2014 y becada por The New School of Jazz and Contemporary, la cantautora ha integrado proyectos como Nacarola y Levana. En la antesala del álbum comparte los adelantos “Vestida de Melodía” y “Dos almas” (ft. Mat Alba), además de “Bajo El Silencio” (ft. Trooko). Estos títulos adelantan recursos vocales, texturas rítmicas y una dirección autoral que se profundiza en el debut.
Como horizonte temático, la obra subraya la prevención de la violencia de género y dirige un mensaje a audiencias jóvenes: alzar la voz, sostener convicciones y defender derechos. La concepción integral —de raíz folclórica y gesto jazzístico— articula música y relato para destacar fuerza, belleza y resiliencia, y condensa una toma de postura que busca ser compartida en una escucha continua y sin interrupciones. ●