Más de 80 mil personas de todas las edades disfrutaron de dos noches cargadas de éxitos de la música urbana más fina. Así vimos el show del domingo 13
Hace siete años, Benito Antonio Martínez Ocasio (1994) trabajaba como empacador para la cadena de supermercados Econo, en Vega Baja, una ciudad que se encuentra ubicada a media hora de San Juan (Puerto Rico). Por esos días, ya había publicado, sin mucha suerte, algunas canciones en SoundCloud, como «Get», «Tentación» o «Solo avísame». Pero fue con «Diles» que llamó la atención de DJ Luian, quien lo contrató para que forme parte de su sello discográfico Hear This Music. Tras abrir esa puerta, ingresó a otros mercados, se hizo llamar Bad Bunny y la historia ya es conocida.
Si bien su trayectoria aún es relativamente corta (cuatro discos y un centenar de singles), la carrera de Bad Bunny ha sido meteórica. Actualmente, es el décimo artista más escuchado en el mundo con más de 61 millones de oyentes mensuales, según estima Spotify. Con 28 años, ya acumula un patrimonio neto de 18 millones de dólares, de acuerdo con Celebrity Net Worth. Ha brindado multitudinarios conciertos alrededor del mundo con su gigantesca gira World’s Hottest Tour. Y vaya que es gigantesca, gracias al magnetismo de su música que pone a bailar –y perrear– a cualquiera.
Precisamente, este tour aterrizó el domingo 13 de noviembre en el estadio Nacional de Lima. Como se esperó, un lleno absoluto. En casi cuatro horas de show, las más de 40 mil almas que asistieron no dejaron de cantar y bailar hit tras hit. Sobre el escenario, un montaje sencillo: tres palmeras, suelo con lo que parecía ser arena, una hamaca y un cooler lleno de cervezas. La idea era simular la nostalgia presente en cada una de las canciones de su última producción: Un Verano Sin Ti (2022).
Vestido con un pantalón claro, polera lila y chaleco beige, dio inicio a la velada con «Moscow Mule». Después, siguió activando con “Me porto bonito” (que en la versión de estudio incluye un featuring de Chencho Corleone), «Un ratito», «Efecto», «Tarot», «La corriente», «Neverita», «Me fui de vacaciones», «Enséñame a bailar», «Ojitos lindos» y «El apagón».
Pero también hubo espacio para los éxitos de su imprescindible YHLQMDLG (2020), disco que le permitió ganar un premio Grammy a Mejor Álbum de Pop o Urbano Latino y otro por Mejor Interpretación Reggaetón, entre otros reconocimientos. De ese trabajo, en el Nacional resonaron «Yo perreo sola», «Safaera», «Si veo a tu mamá», «Vete» «Bichiyal», «La santa» y «La difícil», por nombrar algunos temas.
En una segunda tanda aparecieron éxitos como «Party», «Tití me preguntó», «Dákiti», «Yo no soy celoso», «Yonaguni», «Callaíta», la iniciática «Diles», «No te hagas» y «Chambea». Pero el momento más épico fue cuando Benito subió a una plataforma con una palmera y ‘voló’ sobre los asistentes. Desde allí aprovechó para cantar «Un coco» y el clásico actual «La canción», que firmó junto a J Balvin en el álbum Oasis (2019). A este punto del concierto, los detalles seguían sumando, como los ‘delfines’ que sobrevolaban el estadio y las pulseras que se iluminaban con cada canción del puertorriqueño. La fiesta se encendía más y más.
Una fiesta que días atrás se había envuelto de polémica tras la elección de la banda nacional Tourista como telonero. Ellos tenían programada una presentación de 40 minutos, que finalmente se transformaron en una media hora que incluyó sonoros abucheos y aplausos apenas tibios. La falta de criterio de los organizadores al convocarlos y las declaraciones de sus integrantes tuvieron consecuencias. Arriesgaron, pero no pasaron el examen. Lo rescatable fueron los feats que hicieron con raperos peruanos como Nero Luigi de Inkas MOB y Vijay Kesh. DJ Towa tuvo que encargarse del escenario para volver a prender al Nacional.
Al margen de ello, el show de Bad Bunny no tuvo un solo encore. La presentación del domingo último recorrió sin freno todos los éxitos que lo han vuelto un referente no solo del universo urbano, sino de la música latina. No por nada guardó «Después de la playa» para el final; tema donde experimenta aún más con los ritmos tropicales y fusiona el merengue y el mambo con el reggaetón.
Perú fue uno de los primeros países que le abrió las puertas al cantante boricua, cuando «Diles» empezaba a sonar en las emisoras locales. Así llegó a cantar en diferentes espacios de Lima (en Independencia, Barranco, Ate, San Juan de Miraflores y Punta Hermosa), Callao e incluso en Chiclayo. Benito lo recordó en el cierre del concierto: “Gracias a todas las personas que fueron a mis primeros shows en discotecas aquí en Perú. Gracias a todos los que me escuchan desde el 2016 y 2017″.
Está claro que Bad Bunny provocará cejas levantadas entre los más conservadores y puristas, además de debates y discusiones vacías en Twitter, Facebook o TikTok. Lo innegable es su alcance mundial y, por ende, su trascendencia. La prueba ha sido el haber brindado el concierto del año en Lima (sino el concierto de la década, aunque aún sea prematuro decirlo). Y sí… su meteórica carrera recién empieza. Todavía le queda «mucho party y mucho money» por ofrecer. ■
Setlist de Bad Bunny en Lima (13.11):
- «Moscow Mule»
- «Me porto bonito»
- «Un ratito»
- «Efecto»
- «Party»
- «Tarot»
- «La corriente»
- «Neverita»
- «Ni bien ni mal» / «200 MPH» / «La romana» / «Estamos bien»
- «Te boté»
- «Si estuviésemos juntos»
- «Si veo a tu mamá»
- «La difícil»
- «Bichiyal»
- «La santa»
- «Yo perreo sola»
- «Vete»
- «Safaera»
- «Titi me preguntó»
- «Dákiti»
- «Yo no soy celoso»
- «Yonaguni»
- «Callaíta»
- «Dos mil 16»
- «Diles» / «No te hagas» / «Tú no metes cabra» / «Chambea»
- «Soy peor»
- «Un verano sin ti»
- «Un coco» (Remix)
- «Un coco»
- «La canción»
- «Me fui de vacaciones»
- «Ojitos lindos»
- «El apagón»
- «Después de la playa»