A 25 años de su lanzamiento, la banda peruana de hardcore punk rendirá tributo a su disco más emblemático este 4 de octubre. En su momento significó el final de una etapa, pero hoy sigue vigente gracias a un mensaje
El Dogo Argentino es una raza canina que se diferencia por ser poderosa, de gran tamaño y musculatura. Por largo tiempo, han sido vigilantes y enfocados a la caza mayor. Su carácter puede ser equilibrado, pero también se muestra agresivo si olfatea peligro. Esto, si no recibe una adecuada socialización y entrenamiento desde temprana edad.
Corría el año 1999 y G-3 estaba por finalizar las grabaciones de su emblemático disco En Casa (2000, Mundano Records). Un día después de filmar el videoclip de “Desconexión”, Gonzalo Farfán y Guillermo Figueroa, integrantes de la banda, se toparon con un perro de esta raza que los intimidó por su actitud desafiante. Según cuenta Gonzalo, la agresividad del animal les llamó tanto la atención que decidieron tomarle algunas fotos. Al revelarlas, notaron que una de las imágenes capturaba a la perfección la esencia del álbum que estaban creando: encierro, represión y una actitud contenida, lista para explotar y expresar sentimientos profundos como la traición, la decepción, la alineación, entre muchos otros.
Si bien han pasado 25 años desde que En Casa fue publicado, todavía conserva su esencia protestante. Se define como un testimonio crudo y visceral de una época marcada por la desilusión social y la búsqueda de identidad en un país al borde del colapso gracias a la inminente corrupción política.
Su aparición es icónica: el disco nació como cierre, pero no suena a punto final. Más bien, parece una obra inconclusa. Como si la banda hubiera dejado la puerta entornada, con los instrumentos aún calientes esperando que alguien vuelva a tocarlos. Días antes de presentar el disco, anunciaron su disolución y eso lo ha hecho más especial. Esa condición lo convierte en un artefacto extraño dentro de la historia del punk peruano: un álbum que al mismo tiempo clausura y germina.
Razones del mapa emocional
Desmenuzando la obra, “Piloto 43” abre la placa. Juega con la idea del control automático: alguien más maneja la nave y nosotros solo somos pasajeros. Musicalmente, es una descarga que alterna velocidad con pequeñas pausas que simulan turbulencias. En la crítica social limeña, se lee como metáfora de apatía: la ciudad avanza en piloto automático, y nadie parece cuestionar hacia dónde.
“Mayoría Equivocada” es una canción especial. Sin duda, ha sido diseñada para mover masas, para lucirse en vivo. Se presenta como un grito ciego que critica la alineación que se respiraba por esos días, en donde la inversión privada había capturado la atención pública.
La canción homónima, “En Casa” es la pieza central. No es casual: aquí G-3 encuentra su definición más íntima. La casa no es espacio de paz, sino lugar de retorno cargado de ambivalencias. Volver es alivio, pero también es enfrentarse a fantasmas. Equilibra agresividad con melodía, como si dijera: la rabia también es una forma de nostalgia. Es quizá la más emocional del álbum, y la que condensa mejor el espíritu de despedida.
Otro tema importante es el ya mencionado “Desconexión”. El título ya sugiere un corte de cables: la voz que quiere gritar, pero no encuentra quién la escuche. Es uno de los tracks más existenciales del disco, menos denuncia y más introspección. La guitarra aquí es insistente, repetitiva, como un pensamiento obsesivo que no cesa. El hardcore de G-3 no es solo contra el sistema, sino también contra uno mismo, contra la propia incapacidad de estar conectado.
En Casa es más que un disco de hardcore punk: es un itinerario de estados de ánimo. Cada track funciona como una habitación distinta de esa casa —la rabia en la sala, la nostalgia en el dormitorio, la cicatriz en el espejo del baño— y todas juntas conforman un hogar incómodo pero real.
Escuchado canción por canción, el álbum no busca construir un relato lineal, sino un mosaico. Es imperfecto, con aristas ásperas, pero esa imperfección lo vuelve más honesto. Por eso sigue siendo recordado: porque cada tema no solo se escucha, se habita. Es un disco que sirvió como reclamo social. Sin embargo, es una pena que los temas y reclamos que exigen siguen vigentes en Perú hasta la fecha. ●