Perú es un país que respira cumbia, y los Hermanos Yaipén son una de las orquestas que sostienen este elemento vital del país. Sus números hablan por sí solos: éxitos como “Necesito un amor”, “Ojalá que te mueras” y “Lárgate” superan las 15 millones de reproducciones en YouTube. Y no se puede negar que ya son parte del cancionero peruano. Hace unas semanas, fueron invitados al Latin Music Week, evento que celebra la música latina del mundo. Conversamos con Walter y Javier, fundadores de la agrupación, sobre los avances de la industria musical en el país y la deuda de la internacionalización de la cumbia peruana. También opinaron sobre otras escenas locales, como el rock y el urbano, además de adelantar los proyectos de cara a su aniversario número 25.
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Hace unos días participaron en el Latin Music Week, en Miami. ¿Cuánto representa para la cumbia peruana esta invitación?
Walter: Es algo muy grande porque ahí expone la industria musical, que está muy avanzada respecto al Perú. Por ejemplo, nos llevan ventaja en cuanto a las colaboraciones de solistas y grupos. Al juntarse se hacen masivos, y su música se difunde en diferentes países. He sido el único peruano que ha estado allá, pero me hubiese gustado que vayan otros grupos nacionales para que nos conozcan.
¿Cuánto debemos aprender de esa industria para aplicarla en Perú?
W: Mucho. Quedé impresionado con las exposiciones y los artistas participantes, y volví con ganas de hacer nuevas cosas. Este ha sido el inicio para el próximo año entrar con fuerza, porque, valgan verdades, los contactos que uno hace, ya sea empresarios, organizadores, compositores y artistas, valen mucho. Los artistas emergentes colombianos, venezolanos y mexicanos son gente para sacarse el sombrero. Son jóvenes de 18 y 19 años que han construido una industria avanzada. Eso todavía no se ve en Perú. Hay mucho por aprender. Cuando aquí se pide una colaboración con un grupo, pasan un par de meses y nunca se concreta. Allá no sucede eso porque están pensando siempre en las colaboraciones, independientemente de los ritmos; [no importa] si es pop, latin pop, reggae. Se unen y crecen muy rápido.
¿Por qué crecen los colombianos y venezolanos, pero no los peruanos?
W: Porque no estamos saliendo [al extranjero]. Estamos encerrados en Perú y no vemos ni vamos más allá. En el Latin Music Week, fui el único peruano. Sin embargo, me encontré con 50 colombianos, 100 venezolanos, 100 mexicanos, 50 cubanos. De todos los géneros musicales. Los peruanos no tenemos un panorama de cómo llegar a otros lugares.
Parece contradictorio: a diferencia de otros géneros musicales, la cumbia peruana es reconocida internacionalmente. Es el género bandera del Perú, ¿o no?
W: La cumbia peruana no es reconocida. Reconocida es la cumbia colombiana, la cumbia mexicana y la cumbia venezolana. ¿Por qué? Porque hay artistas que han entrado a la industria musical de Estados Unidos. Artistas que siempre están en los Billboard y en los Latin Grammy. Nosotros no. Perú consume mucha cumbia… sí, pero cuando los Hermanos Yaipén viajamos a diferentes países, tocamos para las colonias peruanas. Miami, Nueva York, Nueva Jersey, diferentes estados… pero tocamos para las colonias peruanas. No congregamos a los latinos del mundo. Es diferente cuando un grupo colombiano va y te congrega peruanos, bolivianos, venezolanos. Ahí está el crecimiento de la industria musical.
¿Pero la cumbia peruana tiene posibilidades en ese mercado?
W: Nuestra cumbia es muy buena. Durante estos días [en Miami], les he compartido mi música y se han quedado sorprendidos con el “Mix Juan Gabriel”, por ejemplo, que tiene más de 180 millones de vistas en YouTube. Para ellos, lo importante también son los números, y me dijeron: “¿Por qué esta cumbia no está acá?”. El Latin Music Week es un gran paso para conocer gente y hacer colaboraciones. Nuestra cumbia es hermosa y sabrosa, pero no es conocida por la gente de la industria mayor.
¿Y cuál es el camino de la internacionalización de la cumbia peruana? ¿Cuáles son los siguientes pasos?
Javier: Las canciones. Debemos tocar puertas a los medios extranjeros para hacernos conocidos. El lado del marketing, de las redes sociales y de las disqueras también son importantes. Nos debemos a las disqueras para que nos difundan un poco más. Como dice Walter: nuestra cumbia es muy buena y sabrosa, pero no es reconocida a nivel internacional. Tenemos que seguir trabajando para promocionarla en otros países. Ir a la prensa internacional y decirles: “Acá hay cumbia peruana”. Concretar nuevas colaboraciones con artistas internacionales nos ayudará a ser más conocidos.
W: Lo más importante es eso: las colaboraciones. Eso nos llevará a otros mercados. Cuando colaboremos con artistas que ya ingresaron a la industria de EE.UU., nos van a tomar en cuenta. Conocimos algunos expositores que manejan entre 50 y 100 cadenas de radio. Por ejemplo, el featuring de los Hermanos Yaipén con Marlon Arenas, “Por un webon”, ya lo están escuchando. El representante de Karol G también sabe de este tema, porque el papá de Karol G maneja a Marlon.
¿Cuán importante creen que son las redes sociales para la promoción de la cumbia? ¿Es vital para ustedes Instagram, Tik Tok o YouTube?
W: Son muy importantes. Nosotros somos los artistas y nos encargamos de la música, pero sí hay un equipo de redes que está manejado por mi hijo Gianfranco. Hoy, si no tienes Tik Tok o YouTube, eres un desconocido. Así se maneja el mundo ahora y nosotros tenemos que estar ahí. También está el tema de la inteligencia artificial (IA), que hay que tomar con pinzas.
J: La inteligencia artificial ayuda mucho, aunque al mismo tiempo destruye al compositor. Le hace más fácil las cosas. Creo que habrá más plagios. Si le pides a la IA que haga una canción con tal palabra, lo hará. Se anula la creatividad.
Además, está sucediendo que alguien toma la voz de un artista y crea una canción con la IA.
W: En el Latin Music Week también se tocó ese punto. Yandel habló sobre eso. Tienen que regular la IA. A nosotros nos compete entrar ahí para poder saber más sobre el tema.
J: Y no solo afecta en la música. La IA puede afectar en toda carrera por el hecho del plagio.
La lógica de profesionalizar la industria también pasa por formalizarse. Ustedes dijeron alguna vez que los Hermanos Yaipén no era solo un grupo, sino que también funcionaba bajo la lógica de una empresa. ¿Siguen sosteniendo eso?
W: La lógica de una empresa funciona porque te ayuda a crecer como marca y genera respeto, tanto de los demás como hacia ti mismo. Es muy importante sentar las bases. Contribuir con los tributos e impuestos a la Sunat es aportar con el crecimiento del país. Nos han llamado de muchos lugares porque han visto seriedad en nosotros. Lo nuestro es una empresa familiar.
Se dice que las radios “no pasan música peruana” o que “no pasan música nueva”. Pero esto no sucede necesariamente con la cumbia. ¿La radio sigue siendo una plataforma de difusión importante para ustedes?
W: Todos los inversionistas y empresas apuntan a las radios de más escuchas para difundir su marca, y las radios de cumbia son las que tienen miles de seguidores. La radio sigue teniendo mucha vigencia. Por supuesto que para nosotros es importante.
La cumbia peruana, en general, recurre al formato de álbumes en vivo en lugar de los álbumes de estudio tradicionales, como sí ocurría en décadas anteriores. Los lanzamientos principales son en formato single, pero no hay discos de larga duración como tal. ¿Por qué?
W: Antes, para presentar un tema tenías que hacer una producción completa. Lamentablemente, así se desperdiciaban muchos temas. En los tiempos de los LP y el CD, se publicaban álbumes con 15 o 18 temas, pero solo sonaban tres. El resto de temas se perdía. La promoción era diferente a la de ahora. En esa época, con una canción sonabas durante todo el año. Hoy no: si este mes lanzamos un tema, el grupo de enfrente ya está grabando otro. Como máximo, en dos meses debemos tener una canción nueva.
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Actualmente, el regional mexicano es un fenómeno musical en todo el continente. Artistas como Peso Pluma y Grupo Frontera ya son una realidad mundial. ¿La cumbia peruana podría llegar a esos niveles de masividad?
J: Creo que sí podemos llegar. Se requiere, nuevamente, unión. En el regional mexicano se unen todos para crear canciones. No hay egoísmo ni rivalidad. Si indagas en una canción de regional mexicano, verás que tiene seis compositores. Organizan reuniones para escribir canciones. En el Perú falta eso, y mientras estemos separados no lo vamos a lograr.
W: Tienen campamentos, donde se reúnen 10 o 20 artistas con sus compositores solo para escribir canciones. Se juntan tres días, y de ahí salen 15 canciones.
¿Hay algún artista o agrupación actual que consideren que continuará con el legado de la cumbia peruana?
W: Tenemos agrupaciones muy fuertes como Grupo 5, Corazón Serrano y Armonía 10. Solo falta la visión hacia al exterior. Si empiezan a mandar gente para que se empapen de todo lo que hay afuera, pueden crecer mucho.
En el ámbito nacional, la cumbia peruana es un género de masas. ¿Qué podrían aprender de ese éxito y alcance otras escenas locales, como el rock?
J: Siempre hay mucho por aprender. Actualmente, los Hermanos Yaipén incluimos sonidos que hace 10 años no utilizábamos. Del rock, nosotros podríamos aprender el uso de los sonidos. Buscamos nuevas sonoridades que les guste a los jóvenes. Por ejemplo, hoy estamos usando el acordeón, que es crucial en los corridos mexicanos y llega mucho a la juventud.
W: Cada país tiene su estilo de cumbia. El de los Hermanos Yaipén incluye metales y sintetizadores, algo que no tiene, por ejemplo, Argentina. Igual aprendemos de ellos, y ellos de nosotros. Está el caso de Ke Personajes, que ha usado un ritmo villero. Ese ritmo no se consumía en Perú, pero ahora ya se está incluyendo en la cumbia de lugares como Juliaca.
Hace poco hubo un debate en redes sociales a raíz del festival Vivo X el Rock, que en ediciones anteriores había incluido géneros como la cumbia y la salsa, pero ya no lo hará desde 2025. Uno de los organizadores incluso dijo que cada género tenía su “espacio”. ¿Cumbia y rock no pueden convivir en el mismo lugar?
W: Son ritmos diferentes, pero sí pueden convivir. El rock ha perdido vigencia porque no hay artistas nuevos emergentes y no tienen tanto apoyo como sí lo tiene la cumbia. Sucede que al rock no lo ven económicamente [rentable] como a la cumbia. Por ejemplo, nosotros grabamos la semana pasada con Leslie Shaw. ¿Quién iba a pensar que Leslie Shaw iba a grabar cumbia? Ella ha hecho urbano, pop, pero la cumbia es lo que le da el dinero. No hay grupos [de rock] que estén surgiendo. Recurrimos a artistas como Raúl Romero o Río, pero no hay artistas de rock que lancen una canción que pegue. En la cumbia, todos los días nacen grupos, solistas y canciones.
En el festival Vibra Perú, compartirán escenario con bandas de rock como los Enanitos Verdes y Amén. ¿Cómo ven esta inclusión?
W: Eso ya se ha dado en otros lugares y ha sido maravilloso. Estuvimos en festivales de Estados Unidos donde alternamos con Río, por ejemplo. Es muy buena esa inclusión entre rock, salsa, cumbia y música folclórica.
J: La gente sale muy contenta de esos conciertos porque disfruta de varios géneros, lo cual es importante. Siempre hay una cancioncita en cada género que te llega al corazón; puede ser salsa, cumbia o rock. Hemos alternado con Marc Anthony, Don Omar, La Mosca Tse Tse… y ves cómo el público goza. Cada grupo tiene sus himnos. Puede escuchar a los Enanitos Verdes con “La Muralla Verde”; luego, a los Hermanos Yaipén con “Mix Juan Gabriel”; y cerrar con una salsa romántica de Eddie Santiago.
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¿Mantienen algún tipo de comunicación con Andy, Christian y Elmer Jr. del Grupo 5?
W: No ha habido un acercamiento, ni para una colaboración. Por parte de los Hermanos Yaipén, no lo descartamos. Somos felices colaborando con cualquier grupo, porque eso va a enriquecer la música. Si hay una posibilidad de hacer un featuring con el Grupo 5, Orquesta Candela o Corazón Serrano, bienvenidos.
Su más reciente estreno “Por Un Webon” ha alcanzado el millón de vistas en YouTube en apenas una semana de lanzamiento. ¿Cuál es la historia detrás de esta canción y su particular título?
W: El tema le pertenece a Marlon Arenas, un cantante regional colombiano. Las coordinaciones las vio mi hijo. Conversamos con su manager sobre la posibilidad de grabar una canción suya o una nuestra. Entonces escogimos “Por un webon”. A Javier le gustan esos títulos: “Por un webon”, “Ojalá que te mueras”... [Risas]
J: Es que si quieres hacerte famoso o dar que hablar, los títulos influyen mucho. Recuerdo cuando le dije a Walter para grabar “Ojalá que te mueras”, y él me respondió que era un título “muy fuerte”, que qué iba a pensar la gente. Al final dio resultado. Un título llamativo genera curiosidad. “Por un webon” no es tan grosero. Además, hay canciones que utilizan palabras peores.
W: “Por un webon” es una canción que empodera a la mujer. Trata sobre una joven engañada por un hombre, pero que al final se libera y es ella misma.
Por otro lado, “Necesito un amor” sigue siendo su canción más escuchada en internet, por lejos. ¿Qué representa para los Hermanos Yaipén esta composición?
J: La canción fue escrita en 2011. Siempre le digo a Walter que es bueno trabajar con covers, porque son canciones conocidas por el público. A veces la gente critica eso, pero la mayoría de los grupos y solistas alguna vez han trabajado con canciones de otros. Imagínate: Luis Miguel hace covers y es el ídolo máximo. Nuestra lógica era entrar con covers y luego poner canciones nuestras para ir a lo seguro. “Necesito un amor” gustó bastante y nos consiguió el doble disco de platino.
Hay otros éxitos que habíamos dejado de lado, como el “El baile del Tiki Taka”, que se volvió tendencia en redes y ahora nos la piden. Sentimos una alegría muy grande cuando estamos en el escenario, porque vemos cómo el público canta y baila estas canciones. Walter y yo nos caracterizamos por crear éxitos. ■