EAC On The Drums: «Necesitamos que los artistas peruanos tengan ganas y se pongan la valla alta»

Eac On The Drums posando en el estudio de grabación.
Difusión

El productor peruano Esteban Alban, conocido como EAC On The Drums, participó como ingeniero de grabación en Alma, Corazón y Salsa (2024) de Tony y Mimy Succar, ganador del premio Grammy en la categoría de Mejor Álbum Latino Tropical. Previo a su viaje a la ceremonia, conversamos con él respecto a su participación en este disco, además de preguntarle sobre su visión de la industria musical peruana y de la salsa como género de exportación.

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¿Qué significa para ti haber participado en un disco a los Grammy anglo?

EAC: Es un paso en mi carrera que no creí que llegaría. Lo considero importante. Es una sorpresa y también una alegría, porque me motiva a mejorar la calidad de mi trabajo.

¿Será una valla difícil de superar?

E: Vi a mis profesores abrir las puertas para que yo pueda lograr esto a una corta edad [actualmente tiene 26 años]. Así que yo también me veo abriendo puertas a generaciones futuras para que puedan lograr cosas con mayor facilidad. Uno de mis maestros en la UPC [Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas] fue Manuel Garrido-Lecca, quien fue nominado a los Latin Grammy [en dos ocasiones]. La mentalidad y la visión que él tuvo dentro de la universidad ha ayudado a que muchos jóvenes se animen a buscar la excelencia de su trabajo.

Cuando se habla de internacionalizar la música peruana, se habla, sobre todo, de los cantantes o intérpretes. Muy poco o nada de los productores e ingenieros de grabación. ¿Deberíamos empezar a mirarlos en Perú?

E: Sí. Perú cuenta con muy buenos productores musicales, varios de talla mundial. Lo que aún faltan son artistas que permitan desarrollarse a estos productores. Hablo de masa y cantidad, no de calidad artística. Perú tiene a un solo Gianmarco y ha tenido a un solo Pedro Suárez-Vértiz, mientras en Colombia encuentras a 10 o 20 artistas del mismo calibre. Eso abre varias puertas. La calidad de producción en el Perú es muy buena, pero faltan artistas masivos para que los productores puedan destacar.

Cualquiera diría que lo masivo no necesariamente implica calidad…

E: Me refiero a que, en Perú, todavía no está industrializado el proceso de crear canciones. Para que esto pase, requerimos conocimientos sobre cómo realizar lanzamientos comerciales. La industria musical peruana aún sigue en pañales; incluso podríamos hablar de una industria artesanal.

¿Y qué debería cambiar en el chip peruano para lograr una industria como tal?

E: No es un cambio cultural ni un tema del Gobierno. Las herramientas están a la mano: Tik Tok, Instagram, el marketing digital. Necesitamos que los artistas peruanos tengan ganas y se coloquen una valla alta. Trabajo con un par de bandas peruanas [una de ellas es Varados] que han visto la valla extranjera y ya están apuntando a ello. Eso me parece importante. No debemos mirar al mercado de Perú como la valla, sino ver el threshold [umbral] que existe afuera. Por ejemplo, uno de los primeros peruanos que hizo esto fue Emmanuel Mendives, quien se mudó a Los Ángeles e hizo allá su carrera. Hoy hay unos 15 productores peruanos viviendo en California.

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El ‘boom’ de los productores

En los últimos años, varios productores latinoamericanos se han hecho un lugar en el mainstream de la música global. Por ejemplo, Bizarrap en Argentina y Tainy en Puerto Rico. ¿A qué se debe este fenómeno?

E: Las redes sociales han permitido que los productores tengan mayor visibilidad. Siempre hay gente que le interesa el detrás de cámaras. Antes, todo estaba enfocado en los artistas. Hoy el detrás de cámaras son las redes sociales. La gente quiere saber qué pasa en la vida de los artistas, y eso permite a los productores tener un espacio en el cual mostrar su trabajo.

Sí, los papeles parecen haberse invertido. Ya no se habla del productor en segundo plano, sino como agente principal…

E: Y está bien, pero no del todo. Bien porque los productores son más versátiles y con más oportunidades para ‘viralizar’ a otros artistas, como el caso de Bizarrap. Pero no creo que esa debería ser la meta del productor. Andrés Torres y Mauricio Rengifo, los productores de canciones como “Despacito”, “Pareja del Año” y el álbum de Aitana, Alpha (2023), son unos genios musicales. Los reyes del pop latino. Pero ninguno de ellos es artista en sí mismo. No sacan canciones, sino que se encargan de que la música de otros trascienda. Como productores, y me incluyo, podemos caer en el ego de pensar que nuestro sonido tiene que ser un valor impreso en la canción de alguien más. Para quien quiera ser productor-artista, esto es grandioso y 100% válido. Para quien quiera dedicarse a la música de otros, esto puede llegar a ser una piedra en el zapato.

¿Has tenido discusiones con artistas por querer imprimir tu estilo?

E: Sé hacer las cosas solo de una manera. Por ejemplo, la primera vez que trabajé en salsa fue con Tony Succar. Él iba ajustando mi trabajo acorde al resultado que buscaba. Quizás existen productores de salsa con más experiencia en el género, pero también puede pasar que su forma de trabajar sea más cerrada. Tony quería trabajar con alguien que se dejara guiar por él, y llegar a su visión como artista. Yo fui un agente en esa visión. Si hubiera querido forzar mi forma de hacer las cosas dentro de su proyecto, habríamos chocado.

¿Se puede decir que existe alguna fórmula para ‘viralizar’ canciones?

E: No hay una fórmula que perdure, pero sí hay patrones que se repiten. En 2019, fue el uso de TikTok, una plataforma 100% orgánica y con alcance masivo. Eso hizo que muchas canciones se hagan ‘virales’ a costo cero. En los años 90, era la radio. Después fue Facebook; después YouTube; luego Instagram. Hoy sigue siendo TikTok. No sé qué vendrá el próximo año porque las generaciones cambian su forma de consumir música.

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La salsa peruana como género de exportación

En Alma, Corazón y Salsa, el disco de Tony y Mimy Succar donde participaste, suenan otros estilos además de la salsa: festejo, vals, landó, etc. Pero es, esencialmente, un álbum de salsa que, ni más ni menos, ha obtenido una nominación al Grammy anglo. ¿Es este el género adecuado para internacionalizar la música peruana?

E: Sí. Cada lugar tiene una forma distinta de ver la salsa: Colombia, Venezuela, Puerto Rico, Nueva York. Perú también tiene la suya y claro que puede internacionalizarse.

¿Qué dirías que caracteriza a la salsa peruana?

E: La salsa peruana tiene dos vertientes. Por un lado, está la salsa de Lima con artistas como Amy Gutiérrez, Kate Candela, Son Tentación. A ellos los reconoces como un gremio con una sonoridad particular. Por otro lado, está la salsa que hace Tony Succar, con más influencias extranjeras. La más comercial es la primera, pero la que logra más visibilidad a nivel internacional es la que propone Tony.

¿Qué las diferencia?

E: Los arreglos musicales. Tony suele tener influencias más boricuas y arreglos muchos más complejos para ejecutar. La salsa limeña, por el contrario, es más predecible. No predecible en el mal sentido; sino que sus canciones tienen estructuras más fáciles de reconocer. Sus arreglos son más sencillos.

Hace unos meses, Sergio George, el reconocido productor de salsa, dijo que lo que buscaba en Perú era ‘salsa urbana’. Por esa razón, según explicó, prefería trabajar con Yahaira Plasencia en lugar de Daniela Darcourt. ¿Podemos hablar de la ‘salsa urbana’ como algo representativo de nuestro país?

E: No. Sergio George lo ha visto desde una perspectiva externa. Tal vez lo que se haya hecho más conocido afuera sea eso, pero en Perú lo que menos se consume es ‘salsa urbana’. No es la esencia.

En general, ¿cuál sería el estilo representativo de la música peruana?

E: Según las encuestas, los géneros más consumidos del país son la cumbia, el huayno y la salsa. La gente va a preferir el folclore y la música tropical. Diría que la esencia costeña es la cumbia, pero si hablamos del país… sería el huayno. ■


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