A los 85 años, el pianista y educador se convierte en otra de las víctimas fatales del virus en el mundo de la música.
La familia Marsalis está de luto. El patriarca, Ellis Marsalis, falleció el miércoles pasado en un hospital de Luisana, producto de una de las complicaciones más recurrentes y fatales del coronavirus: una neumonía.
Ante la noticia, sus dos hijos más mediáticos, Wynton y Branford, recordaron a su padre en las redes. «Murió de la misma manera en que vivió: aceptando la realidad», fue la descripción con la que el primero acompañó una serie de imágenes junto a su padre que posteó en Twitter.
Branford, por su parte, expresó a través de un comunicado en su página web que Ellis Marsalis «fue un gigante de la música y un maestro, pero más que nada era un gran padre. Dio todo de sí mismo para que nosotros desarrolláramos todo nuestro potencial».
Más allá de Branford (saxo), Wynton (trompeta), Jason (batería y vibráfono) y Delfeayo (trombón) —todos hijos suyos—, Ellis Marsalis deja un legado de músicos a los que se encargó de formar durante décadas en el Ellis Marsalis Center for Music, la escuela que fundó en Nueva Orleans, ciudad en la que nació y que nunca abandonó. Tal y como lo expresó el antropólogo y conductor de radio Nick Spitzer, «era como el entrenador mundial del jazz».
La familia Marsalis está de luto. El mundo de la música también.